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KHIMKI 76 - VALENCIA 61

El sueño de la remontada le duró 14 minutos al Valencia

El equipo 'taronja' llegó a ganar por seis puntos (24-30) pero luego el Khimki le superó ampliamente hasta vencer por 15. El campeón no podrá revalidar el título.

Vives encara a Honeycutt.
Vives encara a Honeycutt.

El Valencia Basket no pudo ni soñar con la remontada en Moscú. El campeón cedió su cetro y se quedó sin opciones de revalidar título en una segunda parte en la que fue avasallado por el Khimki. Los rusos estuvieron a buen nivel, pero los taronjas ni siquiera estuvieron. En el minuto 14, el Valencia alcanzaba la máxima renta (24-30). Desde ahí, los parciales a favor del equipo del mítico Kurtinaitis crecieron y crecieron hasta acabar venciendo por 15 puntos. La baja de Van Rossom fue demasiado para un Valencia al que se le acumularon los problemas.

Y eso que, de entrada, los de Carles Duran pusieron el miedo en el cuerpo a la afición rusa. Dubljevic, en la pintura, y las entradas de Guillem Vives y Nedovic nivelaban el juego exterior del Khimki para dejar un marcador apretadísimo. La dinámica le convenía al Valencia. La idea era llegar en ese exiguo margen hasta el final.

De hecho, al principio del segundo cuarto, Nedovic irrumpió en el choque, con una entrada y un triple, y le dio a su equipo las primeras ventajas… Y las últimas. Con el 24-30, el Khimki metió dos triples seguidos para empatar. A partir de ahí le enseñó la matrícula a los toronja ya para siempre. Monia empezó a hacerse fuerte y a meter tiros clave. Y el Valencia se cortocircuitó. Una canasta de Lucic a falta de pocos segundos para el descanso volvió a poner el duelo en los márgenes adecuados (39-36) pero Monya, sobre la bocina, metió un triple NBA que mató a los valencianos.

Tras el descanso, Valencia no compareció. Su primera canasta, de Dubljevic, llegó a falta de 4:36 para el final. Por entonces, Khimki, de la mano de Rice y Vyaltsev ya había puesto el turbo (parcial de 11-0) y las distancias eran casi insalvables (53-38). Y una vez se vio ahí arriba, Khimki gestionó su ventaja desde la experiencia de Rice, que fue a su vez dando lustre a su estadística. El último cuarto fue la constatación de que Valencia no iba a poder llegar a un final apretado, tal y como quería Duran. Solo un arranque explosivo de los taronja habría dado opción a algo más que a maquillar el resultado. A eso fue lo máximo a lo que aspiró. Khimki suma su triunfo número 21 en el Región de Moscú esta temporada y se convierte en uno de los favoritos al título.