Los Grizzlies, que regresaron a casa y ganaron el domingo a los Bucks tras haber encajado dos sendas derrotas en Boston y Washington, volvieron a vencer (sin Conley por tercer encuentro consecutivo) en el FedEx Forum gracias, principalmente, al trabajo de su poderosa pareja interior: Zach Randolph y Marc Gasol. Ante los Nuggets (92-81), el estadounidense (21 puntos y 16 rebotes) sostuvo a Memphis en los tres primeros cuartos, y el español (14 y 8) se encargó de abortar el empuje de Denver en los últimos minutos de partido, con una de esas actuaciones inteligentes, de conocimiento del baloncesto, que le han granjeado el respeto de toda la NBA.Y antes decía 'principalmente' porque Tony Allen, partiendo desde el banquillo, ayudó mucho (14 y 9), fue un factor X, sobre todo en la segunda parte, que completó la victoria de los de Tennessee. "Quiero sacar ventaja de mis oportunidades", dijo el escolta.

Pese a un comienzo relativamente cómodo de los Grizzlies, apoyados en la habilidad de Randolph al poste y en su capacidad reboteadora, los Nuggets reaccionaron en el tercer cuarto con un parcial de 18-26, con el que pasaron de perder por diez al descanso (47-37) a entrar al último cuarto con sólo dos tantos de desventaja (65-63). En esto tuvo mucho que ver Jameer Nelson (24 puntos), cuando bien entrado el último periodo lideró con un triple y un lanzamiento de dos lejano un 0-10 con el que el equipo de Colorado empató el partido a 79.

En ese momento crítico surgieron el genio y la fuerza de Allen (dos rebotes, una asistencia, un robo y un mate) y la clase infinita de Marc (pase genial a Udrih y gancho tranquilizador) para amarrar el triunfo local con un postrero 13-2. Los Nuggets venían de enlazar cuatro victorias y se vieron afectados por el descanso de Faried, Lawson y Gallinari, que promedian entre los tres 38,6 puntos. Demasiada ventaja para un Grizzlies que están sufriendo más de la cuenta desde el parón del All Star (8-6), y que empiezan a tomar aire tras los dos últimos triunfos.