CELTICS 95 - GRIZZLIES 92

Marc y sus Grizzlies se estrellan con el ímpetu de los Celtics

El pívot no vivió su mejor noche: 9-7. Conley tiró de Memphis, pero un 2+1 de Smart y una canasta lejana de Bradley mantienen vivo el sueño de Boston de jugar los playoffs.

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Tras ganar hace 48 horas en Chicago, los Grizzlies no pudieron repetir victoria en Boston (95-92). En un partido igualado, con continuos cambios en el el marcador, los Celtics supieron esperar su oportunidad para asestar el golpe definitivo en el último minuto: parcial de 7-2 y triunfo para mantener más vivo que nunca el sueño de disputar los playoffs. Claro que en la Confrencia Este y no el hipercompetitivo Oeste, donde con su actual récord (27 victorias y 36 derrotas) los de Stevens empatarían con los Jazz en la undécima posición. No obstante, esto no resta méritos a lo hecho esta madrugada. Y sin el que se ha convertido en su gran referente ofensivo: Isaiah Thomas. El eléctrico base se quedó fuera debido a las molestias que arrastra en el codo y la espalda.

Sin los más de 20 puntos que Thomas asegura, Boston planteó un partido intenso. Al límite. Algo para lo que los Grizzlies nunca van a poner a problemas. Así que, lógicamente, el TD Garden vivió un duelo en el que los dos equipos se quedaron por debajo de los 100 puntos. Los visitantes se vieron superados al inicio. Propulsados por un gran Brandon Bass (10 de sus 12 tantos llegaron en el primer cuarto), los orgullosos verdes tomaron la iniciativa. Sin embargo, el dominio en la zona de los Dave Joerger, les permitió recuperarse.

Memphis consiguió en la pintura más de la mitad de su producción ofensiva (50 puntos por 36 del rival) y caputró más rebotes (41-36). Y eso que la incidencia en el juego de Marc Gasol no fue acorde a lo que nos tiene acostumbrados. En la primera mitad apenas logró una canasta y pese a que se recuperó en el tercero, fue borrado del mapa en el último y decisivo (ningún punto, ningún rebote). En total, el pívot español firmó una estadística de 9 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias en 34 minutos. No fue su noche.

Así que, mientras se iba sucediendo el constante intercambio de golpes, Memphis se encomendó a un Mike Conley que dio el susto tras torcerse el tobillo mediado el tercer periodos y a Tony Allen (un ex de los Celtics). Entre ambos sumaron 18 tantos en el último periodo. Un esfuerzo insuficiente, ya que en el bando rival, supieron repartir los esfuerzos mejor. Pero sobre todo, contaron con el acierto final de Marcus Smart (logró un espectacular 2+1 a flata de 52 segundos con un alley-oop tras saque desde el costado, gran jugada diseñada en la pizarra del coach Stevens) y de Avery Bradley (quien tras perderse los tres últimos partidos anotó 17 puntos y una canasta a ocho segundos para la conclusión desde casi siete metros que castigó el cambió defensivo de los osos). Conley pudo forzar la prórroga, pero su triple se encontró con el tablero. El base acabó reconociendo la capacidad competitiva de esto jóvenes Celtics. "No abandonan. Son un equipo que pelea. Cada posesión la juegan al límite", destacó.

Lo cierto es que su equipo sigue manteniéndose en la segunda posicion del Oeste, aunque cada vez tienen más acerca a sus perseguidores (Blazers. Rockets...) que a los Warriors, líderes. Mientras tanto, en Massachusetts se colocan a partido y medio de los Heat, franquicia que en estos momentos tiene en su mano el último pasaje a la postemporada. Pese a los continuos traspasos y a haber perdido a Rondo y a un Jeff Green que esta madrugada se reencontró con su antigua afición, Brad Stevens ha mantenido al equipo en la pomada. Paraece que la apuesta de Danny Ainge por el técnico ha sido más que correcta. Así lo piensan sus propios jugadores: "Hace que todos estemos unidos, confiemos los unos en los otros. Somos como una familia". Palabra de Avery Bradley.