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Pablo Laso responde a las dudas del Real Madrid con títulos

En julio, el Madrid casi le echa y ya ha ganado Copa y Supercopa. La mala racha blanca en diciembre despertó de nuevo las dudas y entonces se habló de Sasha­ Djordjevic.

ARROPADO. Pablo Laso celebra junto a Maciulis, Campazzo, Bourousis, Llull, Slaughter y Rivers el título de Copa del Rey conquistado por el Madrid el pasado domingo.
ARROPADO. Pablo Laso celebra junto a Maciulis, Campazzo, Bourousis, Llull, Slaughter y Rivers el título de Copa del Rey conquistado por el Madrid el pasado domingo. Carlos Díaz

Pablo Laso ha pasado de tener pie y medio fuera del Real Madrid en julio a ser indiscutible a día de hoy. Entre ambas cosas han mediado dos títulos, Supercopa y Copa, y una trayectoria notable en la ACB y sobresaliente en la Euroliga. En verano, tras las derrotas del equipo blanco en la Final Four ante el Maccabi­ y en el playoff­ por el título de Liga contra el Barça, Florentino Pérez quería prescindir del técnico, que había renovado su contrato en noviembre de 2013 hasta 2016. Sonó Fotis Katsikaris, pero al final Laso continúo, aunque con nuevos ayudantes, Zan Tabak y Chus Mateo. La mala racha del Real en diciembre despertó de nuevo las dudas y entonces se habló de Sasha­ Djordjevic. El caso es que al vitoriano no le han faltado argumentos para defenderse.

El ‘estilo Laso’. Del aburrido baloncesto de control y anotaciones bajas de Ettore Messina se pasó al juego alegre, divertido, de contraataque, espectáculo y puntos que propuso Laso, sin descuidar la defensa. Esta temporada se ha planificado para que el equipo llegue más fresco a los momentos cruciales y no ha habido tanta vistosidad. Pero en la primera gran cita, la Copa del Rey, el Madrid ha respondido.

Resultados y títulos. Desde su llegada al club blanco (2011-12), Laso ha dirigido 270 partidos oficiales, con un balance de 218 victorias y 52 derrotas (80,1% de triunfos). Con él al frente, el Real ha disputado 11 de 14 finales posibles y ha ganado 7 títulos (1 Liga, 3 Copas y 3 Supercopas). Además, han caído varias barreras históricas. En 2012, el conjunto blanco volvió a ganar la Copa 19 años después y puso por primera vez su nombre en el palmarés de la Supercopa con el actual formato (desde 2004). El Madrid sólo la había ganado en 1984 con final directa. La Liga conquistada en la temporada 2012-13 fue la primera en seis años y la final de la Euroliga de esa campaña ante el Olympiacos rompió una racha de 18 de ausencia madridista en el partido por el título de la máxima competición continental. Volviendo a la nacional, el Real no enlazaba tres finales desde que lo hiciera entre 1992 y 1994.

Respaldo de la plantilla. A Laso se le han atribuido problemas con algunos jugadores, como Mirotic la temporada pasada y Bourousis­ en la actual, pero tras el título copero de Gran Canaria la plantilla cerró filas en torno a su entrenador y le llovieron los elogios. “Pablo está haciendo un trabajo increíble. Ha hecho crecer muchísimo el baloncesto del Real Madrid”, dijo el lunes Rudy Fernández.

Españolización. En el esquema del vitoriano, la columna vertebral la componen los jugadores españoles: Sergio Llull, Rudy, Sergio Rodríguez y Felipe Reyes. Laso ha recuperado la mejor versión de los dos últimos y ha dado mando en plaza a los cuatro, algo que redunda en una mayor identificación por parte de los aficionados.

El Palacio. Desde la irrupción del estilo Laso, no ha parado de crecer la afluencia de espectadores al Palacio de Deportes. En la campaña 2010-11, la última de Messina y Lele Molin, la media en los partidos de casa, en la Caja Mágica, fue de 6.539. En la siguiente, con la vuelta a Goya, la cifra se incrementó en un 24,8%, hasta los 8.697, y se mantuvo en la 2012-13 (8.536). En la 2013-14 se disparó hasta los 9.700 y esta campaña se mueve en esos guarismos (9.643). En la Euroliga, siete de los ocho partidos jugados por el Madrid como local han registrado entradas de más de 10.000 aficionados.

Selección. La trayectoria de Laso no ha pasado desapercibida para la FEB, que busca entrenador para la Selección. El perfil del técnico blanco encaja con el deseado y sería el preferido para ocupar el cargo, a expensas de resolver el conflicto que impide a un entrenador ACB compatibilizar su trabajo de club con el de seleccionador... o de que abandone el Madrid.