Pau Gasol (15-10) y Mirotic (16-14) lideran la victoria de los Bulls

Los Bulls no tuvieron mayores problemas para derrotar (87-71) a los Bucks por tercera vez en lo que va de temporada. Un partido, eso sí, marcado por los pésimos porcentajes de acierto logrados por ambos equipos (34,54%). Nada más y nada menos que un total de 108 lanzamientos errados (57-165). Pobre espectáculo. No obstante, se trata de un triunfo (el sexto en los siete últimos partidos) que da aire a los de Chicago y que les mantiene con un partido de ventaja respecto a unos Cavaliers que van como un tiro. Así que noche plácida (y anodina) en el United Center. Sin mayor historia.

Con la mirilla desviada en ambos bandos, los locales encontraron un filón en la zona de los jóvenes ciervos que utilizaron para compensar sus 18 pérdidas de balón. Capturaron 18 rebotes ofensivos y dominaron en el total de capturas (62-41). Una faceta en la que destacaron Joakim Noah (16) y los dos españoles de los de Illinois. Ambos firmaron sendos dobles-dobles. Pau Gasol se fue hasta los 15 puntos y 10 rechaces casi sin despeinarse ante el mismo equipo al que le endosó 46 puntos (su marca personal) el pasado enero. "Hicimos un buen trabajo en la pintura, con una buena intensidad", destacó el ala-pívot catalán. Por su parte, Nikola Mirotic aprovechó los 31 minutos que dispuso para completar su mejor encuentro en lo que llevamos de 2015. Muy activo, el ex del Real Madrid aportó 16 tantos (su mejor cifra anotadora desde el 5 de enero), 14 rebotes (mejor marca de su carrera) y dos tapones. Cuarto doble-doble para Niko en la NBA.

Y es que, ante las bajas de Taj Gibson y Kirk Hinrich (ambas por enfermedad), el banquillo de los Bulls respondió. Los 41 tantos que aportó su segunda unidad son una excelente noticia para Tom Thibodeau. Además de Mirotic, sobresalió Tony Snell. El alero logró 20 puntos, 13 de los cuales llegaron en un segundo cuarto en el que Chicago prácticamente acabó por enterrar a los pupilos de Jason Kidd (48-33 al descanso). La única mala noticia en las filas de los locales quizá fue el desacierto de Rose. No se arruga aunque falle, lo que demuestra su liderazgo y mentalidad, pero con 1/13 en sus lanzamientos se le debe exigir más. No obstante, Thibodeauprefirió quedarse con lo bueno. "Me gustó la forma en la que jugó aunque no tirase bien. Estuvo muy agresivo en defensa", destacó. Y es que, todo hay que decirlo, para su equipo es muy positivo dejar a su adversario en apenas 71 puntos.Por su parte, en los de Milwaukee (aún sin el recién llegado Michael Carter-Williams) cabe resaltar el trabajo de Khris Middleton (17-6) y la batalla ofrecia por Ersan Ilyasova (15-11).

Así que a la espera de mayores retos según se acerca el momento decisivo de la temporada, se sigue esperando el despegue definitivo de unos Bulls que funcionan a tirones víctimas aún de su inconsistencia. Pese a ello, se empieza a observar una mejoría en las últimas semanas que quedó latente esta madrugada con la seriedad mostrada por los toros. "Globalmente, pienso que jugamos un muy buen partido", concluyó el coach Thibodeau.