El Madrid abate al Joventut con 100 puntos y récord de triples

Ganó el Madrid y ganó bien, 17 arriba y 100 puntos anotados (no lo lograba desde el 4 de diciembre). Más 16 triples, récord de la Copa. Casi, casi le sobró el último cuarto para meterse de cabeza en la final. De nuevo el Barça, ya saben. Qué novedad. La Copa de las sorpresas es algo anacrónico, de otra década, porque en lo que va de ésta no ha habido ninguna.

Esta lectura tan abrumadora de la semifinal, sin embargo, reduce a cenizas a un FIATC Joventut que mereció la vuelta al ruedo. Y no es justo. Durante muchos minutos para la Penya fue ahora o nunca (entiendan el nunca por mucho tiempo). Puro sentimiento que te abraza, que te empuja más allá de los límites. Fuerza interior ingobernable para el rival. Daba igual que sus tres abuelos, dicho con cariño, que Mallet, Kirksay y Savané apenas hubieran podido entrenarse desde el último partido de Liga. Que a uno se le viera cojear por el hall del hotel y a otro hacer ejercicios especiales para aguantar ya en la jornada de cuartos. Daba igual que el croata Suton, un referente, estuviera más fuera que dentro por lesión. Aparecía la valentía de Álex Suárez, con unas cualidades para este juego alucinantes. Con pinta de tirar la puerta a patadas de aquí a nada. Y con él, Savané, los bajitos eléctricos Mallet y Hannah, el desparpajo de Ventura… En los rechaces, 19 a 13 para la Penya al descanso, que cerraba aro y concedía perímetro: 8 de 14 en triples del Real. Pero incluso cuando crees levitar (50-44 y 52-46), la realidad pesa y te deja con los pies en la tierra. Con los dos.

El frío del descanso puso fin al sueño verdinegro y ubicó al Madrid. Ducha de serenidad para repetir la que le hizo al CAI el viernes en la salida de tacos de la reanudación. Cuatro grandes defensas y a percutir bajo el aro: Maciulis, Ayón por duplicado y Reyes con falta adicional. Un 0-9 en dos minutos, y luego un 2-20 y un 3-23 (55-69, minuto 27). Así se crea espacio, y se vuelve a despejar la línea de tres. Vía libre para unos francotiradores en estado de gracia: ¡16 de 25, 64%! Récord, decíamos. Imposible competir frente a semejantes números. Los de Llull, los de Nocioni, que se torció un tobillo, y los de Rudy (12 de 13 entre los tres). Imposible para la Penya y para cualquiera. De menos a más.