—Tercera participación del CAI en la Copa. ¿Qué recuerdos guarda de las dos anteriores y cuál es el objetivo del equipo en esta edición?

—El recuerdo de las dos anteriores es muy bueno. Es cierto que en Vitoria quizás nos fuimos con un mal sabor de boca porque llevábamos muy bien el partido y de repente en el tercer cuarto se nos fueron, pero en Málaga eliminamos al anfitrión y jugamos unas semifinales, con lo que ello conlleva en cuanto a reconocimiento para el club. Al final siempre te queda más lo bueno que lo malo. En esta ocasión nuestro primer objetivo es lograr la machada de ganar al Madrid. No pensamos más allá, pero lo vamos a intentar. Vamos con ilusión, sabiendo que quizás nadie dé nada por nosotros, salvo nuestra afición, pero todo es posible.

—Un hecho común en las tres ediciones es que el sorteo les tiene manía…

—Cuando vas a una Copa el rival siempre va a ser complicado. Es cierto que en las dos anteriores veces nos tocó los anfitriones, que ya de por sí es complicado, pero el sorteo más duro ha sido éste. El Madrid es un equipo bárbaro, que tiene mucha calidad y que viene en muy buen momento.

—¿Puede pesar de algún modo en el plano psicológico que el Madrid haya sido su verdugo en las últimas temporadas?

—Puede pesar eso o puede pesar que nos hayan ganado tantas veces que pensemos que ya nos toca. Además, como las plantillas van cambiando, esa sensación la podemos tener poquitos jugadores. Va a ser un partido en el que todas estas cosas no van a influir.

—¿Qué hay que hacer para ganarle al Madrid?

—Sin duda nos tienen que salir las cosas perfectas: estar muy acertados en ataque y en defensa y que ellos no tengan un buen día. Y cuando llegue el momento de matar el partido, ser capaces de ellos.

—¿Ha hablado durante estos día con su cuñado Sergio Rodríguez sobre el partido?

—No, el otro día hablamos un poco, pero no del partido. Nos hemos enfrentado tantas veces estos últimos años que ya es una cosa totalmente habitual.

—¿Cómo llega el CAI a esta cita?

—Llegamos con una sonrisa porque la victoria de Murcia nos ha quitado un peso importante de encima, aunque sabemos cuál es nuestra realidad, que tenemos muchas cosas por mejorar. También vamos con la ilusión de que se trata de una competición distinta, donde los feelings son distintos y ahí está nuestra esperanza.

—¿Y Pedro Lllompart cómo llega?

—Como el equipo, contento por esta última victoria y en vías de volver a coger el mejor nivel.

—Y puestos a soñar, ¿qué haría si lograran llevar la Copa a Zaragoza?

—La verdad es que no lo sé, pero sería una alegría inmensa. Sólo de pensarlo se me ponen los pelos de punta… Sería sin duda la mejor experiencia que hubiera tenido en el baloncesto. Cualquier apuesta la aceptaría.