SEVILLA 80-BILBAO 69

El Sevilla prosigue su remontada y frena al Bilbao Basket

Tercera victoria seguida en Liga del equipo sevillano con Luis Casimiro. Los bilbaínos se aceleraron después de recortar casi 14 de desventaja.

0

Habría que poner como asignatura en la universidad de la ACB el ‘caso Roth’. Cómo un entrenador que decían contrastado en Estados Unidos destrozó el crédito del Baloncesto Sevilla y puso patas arriba la imagen de un banquillo. Ya saben, aquello de que no se podía levantar y enviaba a Norris a dar órdenes… y luego soltó lo de que tenía vulgaridades (bajo traducción de uno de los jugadores de ese vestuario al que escupía) y que tal panorama no lo levantaría ni Phil Jackson. Pues el Maestro Zen se ha debido reencarnar en alguien más castizo español: Luis Casimiro, que con sus conceptos especializados en los últimos tiempos en apagar fuegos ha relanzado a una plantilla moribunda. Tiene mérito haber triturado un equipo que ahora juega con tanta determinación. Ese es Roth. Eso sí, se ha sumado a Penney y sus tiros letales dan mucha energía: que se lo digan al Bilbao, que tiró ayudas largas y no punteó los tiros del australiano.

El base serbio Radicevic hizo lo que quiso. El Sevilla venía de despedirse de la Eurocopa (otras vez dudas) y ya tiene tres victorias seguidas en la ACB, escalando desde la última posición. El Bilbao se limitó a ejercer de notario en ese levantamiento sevillano. Era una jornada con muchos focos de atención y le debieron despistar del principal: lo que pasaba dentro de las cuatro líneas. Latavious fue recibido de vuelta con calor; Hervelle retomó la Liga donde la había dejado y a su equipo le fue bien con él en pleno fragor; y el equipo de negro carburó con todos sus motores. Una jornada entre guerras, antesala de la Copa, que no debería de haberle cegado. Pero así fue. Trató de imponer su fuerza bajo el aro, pero no le llegaron noticias de fuera: 5/27 en triples. Hernangómez fue el otro gran argumento andaluz. Ante él, Marko Todorovic exhibió su gran dominio del cuerpo y del espacio, al buscar algún aro pasado para evitar el tapón y un mate supremo desde fuera tras echar el balón al suelo.

Estuvo extrañamente ausente el equipo de Sito Alonso, disfrazado por Carnavales de conjunto vulgar. Tras limar un -14, se puso a uno y Colom tuvo un triple luego para colocarse por encima, pero al plantel le entraron las ansias, inexplicablemente. Desde entonces, no salió nada. La segunda unidad no aportó de nuevo gran cosa.