El Real Madrid está en Kaunas, Lituania, donde hoy se mide al Zalgiris (19:00,C+D). Será el tercer duelo entre ambos de los cuatro que les esperan esta temporada (ocho en dos años y diez en tres). Dos equipos que se conocen bien y que tienen una historia en común. Su rivalidad comenzó en la década de los ochenta, cuando los Sabonis, Kurtinaitis, Homicius y compañía le peleaban al CSKA la hegemonía soviética. Desde entonces, hasta seis jugadores lituanos han lucido la camiseta verde y también la blanca. El último, Jonas Maciulis, que se formó y militó en el Zalgiris entre 2005 y 2009. Pero quien abrió el camino fue Arvydas Sabonis, la figura de la última Euroliga ganada por el Real. Entre medias pasaron Kurtinaitis, Darjus Lavrinovic, Kaukenas y Pocius.

De los 139 jugadores extranjeros que han llegado al Madrid desde que se creó la máxima competición continental (1957-58), seis son de Lituania. Y los seis han jugado en el Zalgiris, aunque no todos crecieron en Kaunas. El pequeño país báltico, de apenas tres millones de habitantes, es uno de los viveros favoritos del equipo merengue, el tercero por cantidad en Europa. Sólo le superan Serbia (11) y Croacia (7), aunque varios de estos jugadores llegaron aún bajo la bandera de Yugoslavia­. El número uno no se discute: Estados Unidos, con 66 jugadores que han vestido de blanco.

Slaughter tendrá pasaporte de un país Cotonou y jugará como comunitario

El Madrid ha viajado con sus trece jugadores, incluido Salah Mejri, que en los últimos partidos había dejado su sitio a Marcus Slaughter. El estadounidense tendrá “en un par de días pasaporte de un país Cotonou”, según su agente, y podrá jugar la Liga y la Copa. Pasará así a tener ficha de comunitario y Ayón y Campazzo podrán seguir ocupando las dos plazas  extracomunitarias.