KNICKS 97 - CELTICS 108
Phil Jackson y sus Knicks: "Nunca había visto algo parecido"
"Mi experimento se ha derrumbado por completo", reconoció el 'Maestro Zen' antes de la derrota de su equipo ante los Celtics en el Madison. Calderón anotó 17 puntos.
Los Knicks y los Celtics protagonizaron esta pasada madrugada uno de los duelos más tradicionales de la NBA. Todo un clásico venido a menos en los últimos años. Un partido que los de Boston dominaron de principio a fin (97-108) y que les permite reencontrarse con el triunfo tras encandenar tres derrotas seguidas. Ambas franquicias atraviesan por sendos periodos de reconstrucción, aunque las diferencias resultan palpables. Mientras los orgullosos verdes parecen tener claro el proceso a seguir (crear un equipo ganador desde la base, apostando por jóvenes con talento e ilusión) y ya han puesto los primeros mimbres para ello (la apuesta a largo plazo por un técnico novato y con un brillante futuro: Brad Stevens), en Nueva York aún siguen buscándose a sí mismos.
La apuesta por Derek Fisher en el banquillo y por el archifamoso sistema del Triángulo Ofensivo no ha dado los resultados esperados. Las expectativas generadas hace menos de un año con la contratación del laureado y respetado Phil Jackson como presidente del equipo no han hecho otra cosa que aumentar la decepción. "Un fracaso", así define el mismo Zen Master a su primer proyecto en Manhattan. "Nunca había visto algo parecido. Hasta este momento, se ha derrumbado por completo", admitie en una entrevista concedida al diario 'The New York Times'.
Una vez tirada la presente temporada, el técnico más laureado de la historia sólo piensa en volver a hacer de estos Knicks un equipo ganador. Como aquel con el que ganó sus dos anillos como jugador a comienzos de la década de los 70. "Este es solo el primer capítulo", advierte. Y es que Jackson no solo busca conseguir más títulos, sino dejar un legado. Algo para lo que se requiere tiempo. Y paciencia. "Eso es exactamente en lo que pienso, construir la base de una manera de jugar y entender el baloncesto", expone. "No vamos a presionar siempre el botón correcto, pero estamos buscando a jugadores talentosos, inteligentes y que puedan defender. Esperamos desarrollar un equipo", concluye.
Una tarea que, viendo el presente de la organización, no es tarea fácil tanto como si te llamas Phil Jackson como si no. Quedó claro anoche. Stevens sorpendió al jugar con tres bajitos (Smart, Bradley y Turner) de inicio. Una estrategia que le deparó beneficios nada más arrancar: 2-14 antes de que se hubieran consumido los cuatro primeros minutos. Una losa que hizo que los Knicks fueran a remolque el resto del encuentro. A comienzos del último cuarto llegaron a colocarse a 4 puntos (82-86), pero ahí se les acabó la gasolina. El buen hacer de los Sullinger (22-9-6), Bradley (26 tantos), Crowder (al final va a resultar que no dejaron ir a Rondo a cambio de nada) o Smart (el que pasa por ser el gran futuro de la franquicia va a más cada día) fue demasiado para un equipo roto y descompensado como lo son estos Knicks. Cuando Carmelo, 21 puntos pero 9/23 en el tiro, no tiene el día, su equipo lo paga muy caro. Y eso que Calderón (17 tantos) jugó unos de sus mejores partidos del curso.
Pero es que los de Fisher tienen poco más que ofrecer. Bastante es que tras el desastroso 5-36 con el que cerraron la primera mitad de la campaña se hayan repuesto para lucir el 10-39 que tiene ahora. Mientras tanto, en Massachusetts comienzan (muy poquito a poco) a ver la luz al final del túnel. Fíjense, en un año en el que se han desprendido de sus dos grandes referentes (el ya mencionado Rondo y Jeff Green), siguen vislumbrando la remota posibilidad de alcanzar los playoffs: tres partidos y medio son los que les separan de los Heat.