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SUNS 99 - BULLS 93

A los Bulls y a Gasol (10-19) se les acaba la gasolina en Phoenix

Los Suns se acabaron llevando un triunfo vital para sus aspiraciones en un duelo en el que ambos equipos fueron a tirones. Brooks comandó un intento final de remontada.

Pau Gasol pugna por un balón junto a Alex Len.
Pau Gasol pugna por un balón junto a Alex Len.Christian PetersenAFP

Estos Bulls son capaces de lo mejor y de lo peor. Lo mismo asaltan el fortín que es el Oracle Arena (la cancha de los Warriors, hasta hace unas horas el mejor equipo de la Liga) que caen ante los Lakers en una doble prórroga. Tienen dos caras y hoy, volvió a salir cruz para Chicago. Los Suns supieron sufrir para sumar una victoria (99-93) muy importante para sus intereses, inmersos como están en una batalla sin cuartel con Pelicans y Thunder por hacerse con el último billete para los playoffs en el extramadamente competitivo Oeste. Por su parte, los de Thibodeau encajaron su segunda derrota en 24 horas. La gira, que arrancó de manera inmejorable, comienza a torcerse.

Y eso que, pese a un mal segundo cuarto en el que claudicaron ante el eléctrico ritmo de Phoenix, los de Thibodeau se rehicieron en el tercero. Bastó con que Chicago sacara a relucir su defensa y practicara un balance defensivo que no había existido antes para poner fin a los contraataques de los locales. Y es que, sin poder correr, la cosa se complica para los de Arizona. De esta manera, se llegó al último y definitivo periodo con un igualado 68-67 en el marcador. Partido nuevo que se resolvería en 12 minutos.

Al menos eso se suponía. Sin embargo, los de Illinois llegaron asfixiados tras el esfuerzo que habían tenido que realizar para remontar un déficit de 16 puntos (55-39 tras dos tiros libres de Goran Dragic a menos de un minuto de llegar al descanso). Se quedaron sin gasolina en las piernas lo que, unido a una nueva desconexión mental, propició que así como quien no quiere la cosa, los de Jeff Hornacek se colocaran nueve arriba (95-86) tras una bandeja del mayor de los Dragic. Faltaban algo más de dos minutos. Y ya se sabe, como dice el refran, mientras hay vida hay esperanza. Eso mismo pareció pensar un Aaron Brooks cuyo esfuerzo final resultó encomiable. Pero también estéril. El base, un auténtico microondas, se echó el equipo a la espalda y con sus triples y una canasta bajo el aro ante las torres de Phoenix dio esperanzas (95-93 a 32 segundos para la conlusión).

Sin embargo, apareció Eric Bledsoe para redimirse de sus errores previos con un canastón por elevación ante Joakim Noah. Una acción decisiva que hizo buenos los seis puntos casi consecutivos que en el ecuador del cuarto sumaron entre PJ Tucker y Alex Len, quienes a su vez habían dado la rúbrica a la inspiración con la que los gemelos Morris habían inaugurado el periodo. Con todo, la victoria de los Suns se cimentó en la sociedad que forman Dragic&Bledsoe y que tanto deslumbró el curso pasado. Entre ambos aportaron 44 puntos y 10 asistencias, ganando así la partida a su pareja homóloga en los Bulls, la que forman Derrick Rose (23 tantos esta madruga aunque de nuevo desacertado: 8/23) y un Jimmy Butler que fue de más a menos.

Más o menos igual que su también compañero en el próximo All Star Pau Gasol. El de Sant Boi firmó su trigésimo doble-doble (nadie suma más a estas alturas) del curso al aportar 10 puntos y 19 asistencias. Volvió a ser como un imán cerca del tablero: cualquier balón que ronde sus manos acaba en ellas. No obstante, no lució en ataque (0/5 desde la línea: "Fue raro, nunca me había pasado antes"), donde estuvo desaparecido y erró una canasta bajo el aro tras rebote ofensivo que podría haber cambiado el signo del partido. Con 95-91 en el marcador del US Airways Center capturó un rebote ofensivo tras una forzada penetración de Rose, pero incompresiblemente, su intento de levantar la bola no entró en el aro. Otro que tampoco tuvo su día fue Nikola Mirotic. El hispano-montengrino volvió a salir desde el banquillo y completó un nuevo rosco en anotación.

"Jugamos bajos de energía y así forzar la prórroga se convirtió en un milagro", analizó un Thibodeau que vio como sus Bulls rompieron nuna racha de cinco triunfos consecutivos en Phoenix. Pero no hay tiempo para lamentarse. Ahora los toros ponen rumbo a Chicago, donde podrán trabajar unos días antes de iniciar la segunda parte de su gira que tiene como próximo destinos Houston, Nueva Orleans y Orlando.