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CAI ZARAGOZA 71 - KRASNY OKTYABR 82

El CAI regala la victoria y deja de depender de sí mismo

Después de este resultado, el equipo maño está obligado a ganar los dos partidos que quedan y esperar que le beneficien terceros resultados.

El CAI Zaragoza, después de un partido desastroso en el que prácticamente le regaló la victoria al Krasny Oktyabr ruso, deja de depender de sí mismo para tener opciones de acceder a la siguiente fase de la Eurocopa.

Después de este resultado, el equipo maño está obligado a ganar los dos partidos que quedan y esperar que le beneficien terceros resultados.

El conjunto aragonés hizo posiblemente uno de los peores encuentros en mucho tiempo con un nefasto ataque (38% de acierto) y una peor defensa, lo que facilitó el trabajo de su oponente, especialmente a la vuelta del descanso, que solo tuvo que aprovechar los constantes fallos locales para llevarse el partido con comodidad.

El CAI Zaragoza terminó el partido con un 7% de acierto en los triples (1 de 15) frente al 39% (12 de 31) del equipo de Volvogrado, en lo que fue una claves del encuentro.

La otra fue una defensa casi inexistente porque gran parte de esos triples fueron con los jugadores rusos completamente solos y, lógicamente, estos no lo desaprovecharon.

El equipo zaragozano está en crisis después de tres derrotas consecutivas, y no tanto por perder sino por la imagen y el juego desplegado en dichos encuentros, en donde prácticamente no se salva nadie de un bajón espectacular.

El conjunto aragonés desarrolló una irregular primera parte con dos cuartos con más fallos que aciertos aunque el conjunto ruso no estuvo mucho mejor y eso supuso que se llegara al descanso igualado (33-32).

El principal déficit del conjunto aragonés estuvo en los lanzamientos triples, ya que de seis intentos no consiguió ninguno, aunque la pérdidas de balón foráneas y el poco acierto desde la línea de personal del Krasny hicieron que ninguno lograra diferencias que pudieran hacer peligrar la suerte del partido.

El conjunto de Dirk Bauermann llegó a tener hasta cuatro puntos de renta (6-10) en el minuto 5 y el CAI logró siete (27-20) mediado el segundo cuarto, pero la incosistencia y la falta de regularidad de ambos permitieron que su oponente se recuperara.

Después de dos primeros cuartos bastantes pobres lo peor estaba por llegar tras el descanso, en donde los errores se multiplicaron en el bando local y eso le penalizó hasta el punto de encajar 50 puntos en los dos últimos cuartos (25 en cada uno de ellos) con un Randy Culpepper que fue una pesadilla ya que nadie le pudo frenar y que acabó con 31 puntos y 26 de valoración.