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MAVERICKS 90-GRIZZLIES 109

La pareja Randolph (22)-Marc Gasol (16) no baja el ritmo

El juego interior de Memphis, una vez más, clave en la victoria en Dallas. Octava victoria desde la vuelta del pívot de su lesión. El español, además, logró 6 asistencias y 4 rebotes.

Marc Gasol ante Dirk Nowitzki.
Marc Gasol ante Dirk Nowitzki.AFP

Los Grizzlies no bajan el ritmo. Esta madrugada vencieron en Dallas (90-109) y ya suman cuatro victorias consecutiva, la octava en los últimos diez partidos. Un estado de plenitud que tiene un héroe claro: Zach Randolph. El pívot está en estado de gracia. Anotó 22 puntos y atrapó 10 rebotes, su decimoquinto doble doble en los últimos dieciséis partidos, el décimo seguido desde su vuelta tras nueve encuentros fuera por lesión.

Y en su retorno está una de las claves para que los de Joerger estén al acecho, otra vez, del primer puesto de la Conferencia Oeste (algo lejano aún, pero queda mucho). Randolph está tirando con un 51% de acierto en tiros de campo esta temporada, incluyendo un 59% en los últimos 10. Esta media es un salto cuantitativo en comparación a sus dos últimos temporadas (2012-13, 46% y 2013-13, 47%). Su situación es tan especial que aunque fallase sus próximos 40 tiros seguiría estando mejor que en campañas anteriores (según ESPN Stats). Un escándalo necesario ahora que ni Tony Allen (segundo encuentro que se pierde) ni Mike Conley (primero) están.

Estas cifras dan una idea de por dónde se movió el encuentro de Dallas. El juego de ataque de los Grizzlies, como no podía ser de otra forma, gravitó de forma descara en sus dos hombres altos. Marc Gasol celebró su cumpleaños por anticipado (mañana cumplirá 30) y puso en su cuenta 15 puntos y 6 asistencias (de nuevo, un base en la zona), para seguir ampliando la leyenda de la zona ofensiva de los de Joerger (47,2 puntos en la pintura por encuentro, la segunda mayor cantidad en la NBA), aunque por un día algo cambio y resultó óptimo.

Randolph ante un pívot del tamaño y la calidad de Chandler, decidió cambiar algo de estilo y dio un paso atrás. Limitó su actividad en la pintura a la hora de tirar y encontró una ranura en un lugar extraño para él, fuera de la zona. Desde cuatro-cinco metros, el pívot anotó siete tiros (cuando durante este curso lanza sólo una vez de media) y volvió loca a la defensa del equipo de un Carlisle que veía como la reacción de los suyos era contestada en todo momento. Los Mavs suman su tercera derrota consecutiva, su racha más larga este curso.

Esta potencia de fuego, unida a la de Courtney Lee (13), Calathes (13) y Vince Carter (12), provocaron que los Mavericks sólo aguantaran hasta el descanso (44-54), para verse ya condenados en el principio del último periodo (72-86) con un Nowitzki desconocido, sometido por la defensa de los Grizzlies. El alemán sólo anotó 11 tantos, su puntuación más baja desde el 9 de diciembre contra los mismos osos que desde está madrugada sueñan un poco más con recuperar el liderato, gracias a su triunfo y a la derrota de los Golden State Warriors ante los Bulls. Pau echando una mano a su hermano pequeño. Amor de familia lo llaman.