Calderón corta la mala racha de los Knicks con un triple clave

Los Knicks acabaron con la histórica racha de 16 derrotas consecutivas, la peor que han sufrido en toda su existencia, ante unos Pelicans (99-92) que de nuevo no pudieron contar ni con su estrella, Anthony Davis, ni con su base titular, Jrue Holiday. Carmelo Anthony (24 puntos y 9 rebotes), que disputaba su segundo partido tras perderse seis por lesión, tuvo la ayuda de un sorprendente Langston Galloway (21 puntos), quien se encuentra en su segundo contrato de 10 días con el equipo de Nueva York, en un duelo en el que hubo emoción hasta los últimos instantes. El extremeño José Manuel Calderón, por su parte, no tuvo su mejor día en el tiro y no estrenó su casillero de puntos hasta los inicios del tercer cuarto, para acabar el encuentro con 5 puntos (2 de 10 en tiros de campo) y sólo una asistencia, pero fue decisivo con un triple salvador para su equipo a falta de 32,7 segundos y 93-92 en el marcador. La experiencia es un grado, está claro.

El conjunto entrenado por Derek Fisher no lograba una victoria desde el pasado 12 de diciembre, cuando se impusieron a domicilio a los Boston Celtics (95-101). Además, no ganaba ante Spike Lee y las demás celebridades que habitualmente asisten a su cancha del Madison Square Garden desde el 22 de noviembre ante los Sixers (91-83), en el duelo que supuso el debut de Calderón con los de la Gran Manzana. Mucho ha llovido ya. La victoria, sexta del curso por 36 derrotas, no le sirve a los Knicks para salir del pozo de la clasificación, pero al menos a sus sufridos seguidores les permite sonreír por un día. Algo es algo a la espera de tiempos mejores para la histórica franquicia que preside el Señor de los Anillos, Phil Jackson.

En los Pelicans, que llegaban a Nueva York tras imponerse en la difícil cancha de los Toronto Raptors, brilló bajo tableros el pívot turco Omer Asik (11 puntos y 17 rebotes) y destacaron por su acierto anotador Eric Gordon y Tyreke Evans, autores de 43 puntos entre ambos, aunque las bajas acabaron pesando demasiado en el segundo partido en 48 horas para los de Nueva Orleans, y el último de la gira de cinco encuentros que han tenido por la Conferencia Este.