Marc hace de guía en el festival de un inesperado Beno Udrih

Cuarto triunfo consecutivo para los Memphis Grizzlies, que doblegaron en el FedEx Forum a uno de sus rivales directos del Oeste: los Portland Trail Blazers. Ahora mismo el equipo que comanda Marc Gasol es tercero de su conferencia y con esta victoria se sitúa a sólo medio partido de sus rivales de esta noche. El español anotó 15 puntos y capturíó 8 rebotes, y desde su posición de pívot fue el máximo asistente de su equipo: seis pases a canasta. Los Grizzlies sufrieron por la ausencia de su base titular, Mike Conley, pero tuvieron en Beno Udrih al salvador del encuentro. El base, sustituto de Conley en el quinteto titular de Dave Joerger, anotó dos canastas clave en el último minuto que consiguieron cerrar el triunfo de su equipo. La primera, a 38 segundos del final tras un pase de Marc Gasol, y la segunda a sólo 8" de acabar, un lanzamiento de media distancia que ponía a Memphis cinco arriba y evitaba el posible empate de Portland en la última jugada.

En partidos igualados los Blazers son uno de los peores rivales posibles. En concreto, hay un hombre que es el peor rival posible: Damian Lillard. El base de la franquicia de Oregón se ha ganado a base de triunfos un lugar en el olimpo de mejores jugadores en el 'clutch' del baloncesto actual. Ante Memphis anotó 11 puntos en los últimos cuatro minutos, incluidos dos triples en el último minuto (uno faltando 1:06 y otro a 27"). Lillard tiene esa facilidad para que un encuentro inconsistente (acabó con 9 de 26 en tiros) termine con el público rendido a sus pies cuando el reloj llega a cero. Esta noche no lo consiguió, pero estos Blazers serán aún más peligrosos en Playoffs. Que se lo digan a los Rockets...

Los Grizzlies, por su parte, solventaron uno de los duelos clave de la temporada, Zach Randolph estuvo a su mejor nivel (otra vez) y Jeff Green demostró por qué puede ser uno de los mejores fichajes de la temporada. Randolph se fue a 20 puntos y 15 rebotes y Green anotó 17 desde el banquillo. Si hubiese llegado en verano podríamos estar hablando del Sexto Hombre del Año. Un lujo para Joerger.