NETS 99 - ROCKETS 113
Garnett y su cabezazo ilustran la caída libre de los Nets
Tras ser expulsado en el primer cuarto, sus Nets encajaron su sexta derrota seguida a manos de los Rockets. Howard: "Ganamos el partido. Eso es lo que importa".
Quien siga más o menos con asiduidad de aquí a unos años la NBA sabrá del carácter temperamental y complicado de Kevin Garnett. Un ganador nato, ha vivido mil y un piques con otro tantos jugadores de la Liga, pero pocos como el que le llevó a dar un feo cabezazo en la cara a Dwight Howard durante la derrota de los Nets en Brooklyn ante los Rockets (99-113). Mediado el primer cuarto, el veterano ala-pívot perdió la cabeza tras un forcejeo con el pívot de Houston que forzó su inmediata expulsión del encuentro. Una imagen que recordó al instante al más famoso de los cabezazos en la historia del deporte mundial, el que propinó en el día de su despedida del fútbol Zinedine Zidane al central italiano Marco Materazzi durante la final del Mundial de 2006 en Berlín.
Anoche 'Big Ticket' no quiso ser menos. Y no sólo eso, sino que tras impactar con su cráneo en el rostro de Howard (un declarado admirador del ex de los Wolves y Celtics, qué paradoja), siguió buscando al center completamente fuera de sí. Entre árbitros, técnicos, personal de seguridad y compañeros tuvieron que frenarle para evitar que la cosa fuera a mayores. Habrá que esperar a la sanción que le imponga la NBA. Tras el partido, Garnett no compareció ante la prensa. Quien si lo hizo fue el ex jugador de Magic y Lakers. "No lo sé", respondió cuando le preguntaron sobre sus sentimientos tras la pelea. Tras el incidente, Dwight fue abucheado por el Barclays Center cada vez que tocaba el balón: "Está bien mientras ganes el partido. Eso es lo que importa".
Lo cierto es que, en el plano deportivo, la franquicia texana sumó su cuarto triunfo consecutivo para mantenerse en la tercera posición del Oeste. Por el contrario, los Nets no levantan cabeza. Esta madrugada sufieron su sexta derrota consecutiva, lo que les lleva a ocupar el octavo lugar del Este, viendo peligrar su billete para los playoffs. Lionel Hollins no ha conseguido dar con la tecla. Ante Houston, los 30 puntos en otros tantos minutos de James Harden bastaron para decidir un partido sin mayor historia que el cabezazo de Garnett.
El MVP de 2004 se volvió loco curiosamente ante el equipo que dirige quien le seleccionara en el draft del 95 en quinto lugar. Kevin McHale fue quien apostó por él en Minessota. Quizá por ello le intentra proteger tras el partido: "No pienso que haya sido para tanto". La última palabra la tiene la NBA.