Un mal arranque condena a los Bulls de Pau Gasol

Si algo empieza mal, lo normal es que acabe mal. Está máxima fue la que se encontró Chicago en su visita a Washington esta madrugada (102-86). El equipo de Illinois comenzó uno de los encuentros claves por el predominio de la Conferencia Este de la peor de las maneras posibles, con imprecisión y mucho, pero que mucho fallo. Fallaron 20 de sus primeros 24 tiros y a falta de sólo de 2 segundos para acabar el primer cuarto, perdían 30-10. Un triple de Tony Snell cuando ese periodo moría, sitúo el marcador en un poco menos sonrojante 30-13.

Pero todo el mal ya estaba hecho. Es difícil nadar tanto contra la corriente y, más aún, frente a equipos tan bien construidos y trabajados como los Wizards. Wall, Nené, Gortat, Beal, Pierce..., un equipo de buenos jugadores, con una muñeca espectacular, movimientos eléctricos y gran poder en la zona. Cualidades difíciles de contrarrestar si entras en el encuentro con una torrija antológica. "Saltaron sobre nosotros bastante rápido desde el principio", confesó un Rose (19 puntos) que perdió por primera vez ante John Wall (16 y 12 asistencias). El base de los capitalinos no había vencido nunca al jugador bull cuando ambos comenzaban desde el inicio. Un 5-0 que ya escocía. Al igual que el 6-0 con Chris Paul. Pero ambos ya han caído y Wall puede respirar, con la menta ya puesta en que nada se le puede resistir por mucho tiempo: "¿No gané finalmente a Chris y Derrick este año? Es un buen año, un buen comienzo", señaló con una sonrisa el número uno del draft de 2010.

Tras ese primer cuarto, el partido murió. Los de Thibs ya no pudieron hacer nada (60-42 al descanso, con los titulares visitantes acabando esos 24 minutos con sólo 18 puntos, por 50 del quinteto inical local, y 80-68 al iniciarse el último cuarto) porque no era el día de nadie. Pau Gasol (12 puntos y 13 rebotes), Noah (3 y 10), Taj Gibson (2 y 3) y Mirotic (6 y 5) sucumbieron ante el juego interior local. Gortat (21 y 13) y Nené (15 y 11) fueron demasiado obstáculo en la zona y no dejaron que uno de los recursos más importantes de los visitantes fluyera con soltura. Además, el acierto desde la línea de tres por parte de los capitalinos (53%) fue una losa para cualquier intento de reacción.

Por no funcionar no lo hizo ni Jimmy Butler (10), la piedra angular de los Bulls en lo que llevamos de temporada. "La forma en que estamos jugando es preocupante. Pero te metes en estas cosas juntos y sales de ellas juntos", explicó Thibodeau que vio como su equipo perdía un back-to-back de nuevo, algo que no ocurría desde el mes de noviembre. El partido de Utah fue una sorpresa y este último un toque de atención. Las alarmas no suenan en Chicago, no hay necesidad de ello, pero este río tiene muchas bifurcaciones y tomar la salida equivocada puede ser desastroso. Simplemente cuidado.