KNICKS 96-ROCKETS 120
El abismo no tiene fin para los Knicks de un mal Calderón
Decimocuarta derrota consecutiva (24 de los últimos 25 partidos ) del equipo de la Gran Manzana. El español no logró ni un punto en 21 minutos.
"Es duro mentalmente, pero tenemos que ser profesionales y simplemente seguir jugando y trabajando duro", confesó José Manuel Calderón al finalizar la decimocuarta derrota consecutiva de los New York Knicks, la número 24 en los últimos 25 encuentros, la 16 en 19 partidos en el Madison, la 34 en 39 en lo que llevamos de temporada (5-34 de balance, el peor actualmente en la NBA)... Cifras escandalosas para la franquicia más valorada según la revista Forbes con 1.400 millones y lo peor es que el abismo parece ser más profundo de lo que se esperaba. No tiene fin. El suelo que pare la caída aún está lejos y el descenso sigue su progresión hacia mundos nunca antes vistos en la Gran Manzana. Mal asunto para Fisher. Desgracia absoluta para un Phil Jackson ganador de once anillos. Nunca pensó que tendría que sufrir una situación como esta, como la vivida ante los Houston Rockets esta madrugada (96-120).
Los texanos saltaron al Madison sin contemplaciones, sin la intención de hacer prisioneros y, de esta forma, en el minuto 8:29 del primer cuarto cogieron su primera ventaja (7-10) gracias a un triple de Patrick Beverly y ya nunca la soltarían. La diferencia entre uno y otro equipo no es sólo teórica es material, en nombres y juego, en intención e ilusión. Los Rockets sueñan con ganar el anillo de la NBA, mientras que los Knicks, con estar ya en la campaña 2015-16. Situación que se ve en los movimientos, en las acciones de cada uno de los jugadores que están sobre la cancha. Así, James Harden es claro candidato a hacerse con el premio MVP de la temporada. El escolta realizó otro genial encuentro ofensivo. Fue su vigesimonoveno partido con 20 o más puntos (25) y todo ello a medio gas porque no hacia falta mucho más para hundir a los de Fisher.
Al empezar la segunda parte, los Rockets ganaban ya de 14 (42-56) y al final del tercer cuarto de 24 (69-93). Carmelo Anthony veía el linchamiento entre el público y sus pensamientos debían estar más orientados en acabar el curso para cuidar la rodilla izquierda antes que en volver a ese circo de tres pistas. La estrella contempló el que posiblemente haya sido el peor partido de Calderón en toda su carrera en la NBA. El español no anotó ni un solo punto en sus cinco intentos (dos de ellos desde el triple) en los 21 minutos que estuvo sobre la cancha. Sólo Travis Wear puso algo de fuerza desde el banquillo (el quinteto titular de los Knicks fue autor de 26 de los 96 tantos del equipo, un -24,6 de media con ellos en pista) al conseguir 21 puntos, 10 de ellos en el último cuarto, necesarios y oportunos para maquillar el resultado. Y en el próximo duelo, los de Nueva York reciben a los Charlotte Hornets y sus cuatro victorias consecutivas. Malos tiempos para ser un knickerbocker.