NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BULLS 114 - ROCKETS 105

Pau Gasol se merienda a Howard y Mirotic decide para Chicago

El catalán se disparó hasta los 27 puntos y 14 rebotes, secando a su excompañero (12 tantos) en defensa. Niko (17-8) brilló con un último cuarto espectacular.

Dwight Howard, intenta penetrar entre Pau Gasol y Joakim Noah.
Dwight Howard, intenta penetrar entre Pau Gasol y Joakim Noah.TANNEN MAURYEFE

Estos Bulls van en serio. Han dejado atrás un inicio dubitativo marcado por las continuas lesiones para convertirse en una maquina de ganar partidos. Tras la remontada ante los Rockets (se pasó del 90-98 a 7:43 para la conclusión al 114-105 final) en unos últimos minutos primorosos, acumulan 13 victorias en sus últimos 15 partidos. "Tenemos un potencial increíble", reconocía poco después un Pau Gasol al que los calificativos para definir su temporada se le están quedando pequeños. Anoche volvió a ser el mejor hombre de Chicago: concluyó con 27 puntos (10/16 en tiros de campo y 7/7 desde la personal), 14 rebotes, tres asistencias y dos tapones. Mención especial a un primer cuarto monstruoso en el que él solo se las apañó para sostener a su equipo al firmar 18 tantos y seis capturas. 

Pero si el catalán sostuvo a los suyos durante el inicio, Nikola Mirotic fue el encargado de liquidar la contienda. El regreso de Jimmy Butler (a lo suyo, 22 puntitos esta madrugada) obligó a Niko a partir desde el banquillo tras vivir su primera titularidad ante los Celtics. No le importó ya que celebró su designación como rookie del mes de diciembre en la Conferencia Este disputando íntegramente el último cuarto. "Tengo que agradecerle a Thibodeau (su técnico) que confiara en mí", explicaba tras firmar en dicho periodo nueve tantos, siete rebotes y dos tapones para un total de 17-8. Partidazo que cerró con un triple que levantó al United Center al establecer el 110-103 en el marcador a 40 segundos para el final. Volvió a jugar de alero, posición a la que parece adaptarse cada día un poco más. "El gran cambio para mí es en defensa. No estaba seguro de si podría hacerlo, pero creo que no lo hice mal en los dos últimos partidos", se autonaliza el ex del Madrid. "No hay mucho que no esté haciendo", recalca el entrenador de los de Illinois.

Y mientras los dos españoles fueron los grandes protagonistas en el inicio y en la calusura del encuentro, Butler y Rose llevaron la voz cantante de los Bulls en los cuartos intermedios. Derrick siguió con sus ya habituales problemas en el lanzamiento, aunque tuvo momentos de gran brillantez que invitan al optimismo: volver a ver la mejor versión del MVP en 2011 es posible. Así lo evidenció convirtiendo 10 de sus 19 tantos en un gran segundo parcial.

Buenas sensaciones las que dejaron estos Bulls ante Houston, uno de los equipos punteros de la feroz y competitiva Conferencia Oeste. Los de McHale estuvieron cerca de llevarse el gato al agua, pero el apagón que sufrieron en la segunda mitad del último cuarto fue desastroso para sus intereses. En buena parte se debió a la desconexión que experimentó James Harden. El mejor en el Oeste del pasado mes se quedó sin anotar un tiro en juego en toda la segunda mitad, concluyendo con 20 tantos y un pobre 7/22 en el lanzamiento. Por su parte, Dwight Howard estuvo bien sujeto por Pau (supo frenar a su excompañero en los Lakers) y el resto interiores locales (notable Noah con seis tapones). En 41 minutos en cancha, Dwight sólo sumo 12 y 14 rebotes. Con sus dos referentes apagados, el recién llegado Josh Smith y Patrick Beverley fueron las principales amenazas texanas. 

Bazas insuficientes para parar a un equipo, Chicago, que va a más cada día. Su intensidad y agresividad se refleja en el número de veces que acuden a la línea (como ante Boston, resultó insultante la diferencia entre los libres lanzados por los de Illinois y los visitantes: 30-5. Pese a ello, no quieren caer en la autocomplacencia y se muestran críticos con su juego. "Permitimos demasiados puntos fáciles al contraataque (22)", admitía Pau Gasol. Cosas por pulir, pero los días de felicidad parecen haberse instalado en Chicago. Veremos si para quedarse.