Los Bulls se mueven al ritmo de un extraordinario Pau Gasol

Los Bulls sufrieron y tuvieron que recurrir a la prórroga para doblegar (109-104) a unos peleones Celtics. Fue un partido igualado, con constantes cambios en el marcador y en el que predominaron los errores (40 pérdidas acumularon entre ambos equipos). Como ya hiciera hace dos meses, Boston estuvo cerca de volver asaltar el United Center, pero en esta ocasión Chicago acabó llevándose el gato al agua. Y en gran parte gracias a una nueva portentosa actuación de Pau Gasol. Sin Jimmy Butler (baja por la pérdida de un familiar) y con un errático Derrick Rose (5/18 esta madrugada), el de Sant Boi tomó las riendas para completar un encuentro monstruoso y firmar 29 puntos (igualando así su mejor cifra del curso), 16 rebotes, cinco tapones (lleva un total de 14 gorros en las dos últimas citas), dos asistencias y un robo. Por incidendencia y números, quizá su mejor actuacion desde que recalara en la Windy City (Ciudad del Viento) este verano.

No cabe duda de que el mayor de los Gasol (su único pero ayer fueron los cinco balones que perdió) está sorprendiendo a propios y extraños con el temporadón que se está marcando. Lo que relmente necesitaba no era otra cosa que volver a sentirse importante en un equipo con aspiraciones. Sus dos últimos años en los Lakers fueron muy duros en lo personal y en lo colectivo, además de verse mermado por varios problemas físicos ("los últimos años tuve molestias en las rodillas, ahora puedo saltar un poco más", desvela). Ahora las lesiones parecen haber quedado atrás. Así lo demuestra el hecho de que haya firmado con los Bulls su récord histórico en tapones (nueve ante los Nuggets) y su mejor cifra reboteadora en el último año y medio (20 en la derrota ante los Warriors). Ha recuperado la motivación y va como un tiro hacia su quinto All Star. "Está jugando un gran baloncesto. Ha añadido una muy diferente, única y positiva dimensión a nuestro equipo", analiza Joakim Noah, su pareja de baile en la pintura de los de Illinois.

Pero, la de anoche no sólo fue la de Pau, sino también la del otro español en la franquicia. Nikola Mirotic fue el elegido para suplir al lesionado Mike Dunleavy. Como alero, disputó su primer duelo como titular en la NBA. Niko no brilló en exceso, pero cumplió con creces. Aportó 10 tantos (2/10 en tiror), ocho rebotes, cuatro asistencias y dos robos en algo menos de 38 minutos. "Ha completado muchas y muy buenas jugadas", concedió Tom Thibodeau. Obligado por las continuas lesiones, el técnico dispuso el noveno quinteto titular diferente de la campaña (Hinrich fue el elegido para reemplezar a Buttler, una estrella en ciernes).

Los locales lograron superar su 37% de acierto en el lanzamientos, gracias a su dominio en la zona (59 capturas por 45) y a la agresividad con la que fueron hacia el aro, lo que les valió acudir a la línea de personal en 40 ocasiones (29 veces más que su rival). Brad Stevens, entrenador jefe de los orgullosos verdes, alabó por ello a los de Chicago. "Fue un partido bien pitado. Simplemente cometimos demasiadas faltas", reconoció con caballerosidad. Chapeau.

Un dencuentro en el que todo parecío quedarse en casa. El mejor de los Celtics fue un soberbio Evan Turner (29-6-5), quien precisamente vino al mundo en Chicago. No pudo completar su gran encuentro al quedarse sin anotar en una prórroga en la que sólo su compañero Avery Bradley logró sumar ante la defensa de los Thibodeau. Un tiempo extra al que se llegó gracias a un palmeo de Jared Sullinger (16-16) a menos de de tres segundos para la conclusión. Aaron Brooks (19 puntos), tras un extra pass de Mirotic, pudo evitarlo, pero su triple se encontró con el aro.

Sí que fue capaz de cerrar la contienda minutos más tarde Rose (los grandes jugadores están para estos momentos) con una bandeja marca de la casa ante el jolgorio de un United Center entregado con los suyos. Y es que, poco a poco, Chicago va engrasando sus motores de cara al tramo decisivo del año. Los doce triunfos conseguidos en sus últimos 14 partidos así lo demuestran. Los toros de Pau Gasol y compañía van a más. Qué siga la fiesta.