Los Wolves caen, pero Wiggins apunta ya a Rookie del año

Los Timberwolves volvieron a caer. Suman ya diez derrotas consecutivas tras ser superados esta madrugada (107-110) por unos Sacramento Kings que venían de perder la noche anterior en Boston. La franquicia de Minnesota es la peor con diferencia en la Conferencia Oeste (5-26) y sólo Sixers y Knicks están por debajo suya en el global de la Liga. Sin embargo, no todo son malas noticias para los de Flip Saunders. Esta Navidad ha recibido el mejor regalo posible: la más que probable consolidación como estrella en ciernes de Andrew Wiggins. En los cinco últimos partidos, el número uno del draft 2014 ha conseguido superar la veintena de puntos en cuatro de ellos. Un dato que adquiere un mayor significado si lo comparamos con el hecho de que en sus 26 primeros partidos en la NBA sólo llegó a la doble decena de tantos anotados en otros cuatro encuentros. Tras la baja de Jabari Parker para el resto de la temporada, el premio al Rookie del Año parece tener, salvo sorpresa, ya dueño.

Anoche, el alero se fue hasta los 27 tantos (su segunda mejor marca hasta el momento), nueve rebotes, dos asistencias y cuatro robos. Cada día va afinando más su mirilla: en los cinco últimos partidos promedia un 50,61% de acierto en tiros de campo (en el acamulado del curso es del 41%). No está mal cuando ha tirado a canasta una media de 16.2 veces a canasta. La plaga de lesiones (Ricky, Pekovic, Kevin Martin...) que han azotado a la camada de jóvenes lobos le han obligado a acortar los plazos de su aprendizaje y adaptación a la mejor liga de baloncesto del planeta.

Algo que demuestran sus 15 puntos sumados en el segundo cuarto del duelo ante los Kings. Los de Tyrone Corbin (ya sin la etiqueta de técnico interino) amenzaban con marcharse plácidamente en el marcador tras un 16-29 de salida. Entonces emergió la figura de Wiggins, asumiendo el liderazgo y contagiando al resto de sus compañeros (destacaron también Dieng y Muhammad) para dejar las cosas igualadas al descanso 58-60.

Si bien es cierto que, salvo dos acciones puntuales en el último cuarto, se diluyó en la segunda mitad. Cosas de novatos y de la edad (en febrero cumplirá 20 primaveras). Pese a que se mantuvieron con vida el resto de la noche, los Wolves acusaron su bajón y acabaron cediendo ante un rival en el que destacaron los de siempre: Rudy Gay, Derrick Collison y un DeMarcus Cousins que fue eliminado por seis personales. Sacramento se llevó el gato al agua, pero en Minnesota, a falta de victorias y mientras esperan el cada vez más cercano regreso de Ricky Rubio, ya suspiran con lo que Andrew Wiggins puede llegar a ser.