GRIZZLIES 111-ROCKETS 117
Marc Gasol no evita la derrota ante el Big-Three de los Rockets
El español, con 29 puntos y 8 rebotes, sufrió el estreno de Josh Smith (21 tantos) en un equipo texano que va en serio a por el anillo de la NBA.
Hay momentos en la vida en los que es mejor no estar presente. En que vivir una experiencia trae más mal que bien y en el mundo del deporte esas situaciones se suelen dar cuando un jugador debuta contra tu equipo. Es algo sobrenatural e inexplicable, en la mayoría de las ocasiones, pero estos fichajes aumentan sus capacidades de una forma exponencial cuando se enfundan por primera vez su nueva camiseta. Si días atrás eran del montón, cuando debutan son hombres tocados por los dedos de los dioses. Y algo semejante ocurrió en el encuentro de esta madrugada entre los Memphis Grizzlies y los Houston Rockets. Un partido que vencieron los texanos (111-117) y que significó el debut como nuevo rocket de Josh Smith, el alero/ala-pívot de calidad mayúscula cortado el pasado 22 de diciembre por los Detroit Pistons. Un año y dos millones de dólares. Una ganga para los de Houston que si antes ya eran temibles con Harden y Howard, ahora son terroríficos. El Oeste se ha convertido en un lugar muy peligroso para andar solo en estos días.
"Poder unirme a un gran amigo (Howard) y al mejor escolta del baloncesto actual (Harden) es algo sin duda muy especial", manifestó Smith días antes de hacerse oficial su fichaje por los Rockets. Mucha madera en las manos de un renovado Kevin McHale que vio en acción a su nuevo pupilo, aunque es de imaginar, que no le sorprendiera mucho lo que Smith ofreció. El nuevo estuvo algo más que activo. Lanzó 21 tiros a canasta (el que más de su equipo) en los 31 minutos que estuvo en cancha para lograr 21 puntos. No estuvo tímido para ser su primer día en la oficina. Sus primeros puntos fueron en el 5:46 del primer cuarto. Un mate que hizo retumbar el FedEx Forum de Tennessee. Una canasta que quedará en el recuerdo de Smith y en el de los Rockets. El comienzo de una bonita amistad como dijo Rick a Louis en el final de Casablanca.
Pero a pesar de que su presencia se llevó la atención al principio del duelo, cuando el baloncesto se puso en funcionamiento, tuvo que dejar paso a dos de los jugadores más grandes que tiene ahora mismo la NBA: Marc Gasol y James Harden. La presencia de ambos en el próximo All-Star de 2015 se da por descontada. El pívot español tuvo que multiplicar su esfuerzo ante una nueva la baja de Zach Randolph (cuarto encuentro consecutivo fuera) y fue el máximo anotador de su equipo con 29 puntos. Mientras que el escolta lo fue del partido con 32. Muchos tantos para cada uno. Mucha peso en sus equipos.
Sobre todo para Harden que no contó con una aportación significativa de Howard. Con sólo 6 puntos, el pívot realizó un partido discreto, maquillado por una serie de cuatro de cuatro en tiros libres en el tiempo extra que dieron media victoria a su equipo. Porque el partido acabó en prórroga, como no podía ser de otra manera entre dos colosos del Oeste, aunque con el triple de Terry a 4:40 del final (88-98) parecía que eso no pasaría. Memphis, que con esta ya suma su cuarta derrota seguida su peor racha en lo que llevamos de temporada, atravesó poco a poco todos los obstáculos para llegar con vida al final del duelo e incluso se puso por delante a falta de 28 segundos (104-102, triple de Carter). Harden empató y Marc falló el tiro que podría haber dado el triunfo a unos Grizzlies que sucumbieron sin remedio en la prórroga.