VALENCIA 101 - GRAN CANARIA 92
El Valencia encuentra el camino ante un intermitente Granca
Guillem Vives y Pau Ribas fueron los 'cerebros' taronjas y Romain Sato y Kresimir Loncar, los estiletes. Newley y Tavares, destacados en el equipo insular.
El Valencia Basket doblegó hoy al Herbalife Gran Canaria en un encuentro en el que tras constatar las limitaciones de vivir de las individualidades en la primera parte, desniveló del choque en la segunda y con Guillem Vives y Pau Ribas como 'cerebros' y Romain Sato y Kresimir Loncar como estiletes.
El Gran Canaria pagó cara su intermitencia y no supo mantener el control del encuentro en los momentos en los que se puso por delante en el marcador, lo que le condenó a su quinta derrota en su sexto choque liguero como visitante.
Los primeros minutos del encuentro giraron alrededor de Walter Tavares. El Valencia Basket no conseguía superar los 220 centímetros del pívot de Cabo Verde y tuvo que acelerar el ritmo del encuentro para, al menos, poder dejarlo atrás.
Los puntos de un inspirado Nemanja Nedovic refrendaron la táctica de los locales y aunque los tiros de Kuric y las penetraciones de Newley ampliaron la amenaza de los visitantes, los de Velimir Perasovic mantuvieron el control del choque gracias a su fluidez anotadora (31-26, m.10),
La entrada en la pista de Tomás Bellas aumentó la agresividad insular en las dos canastas.
Para romper esa situación, Aíto García Reneses recurrió de nuevo a Tavares y su salida desde el banquillo desconcertó por completo a los locales. Cinco puntos suyos casi seguidos, dieron pie a que entre Newley y Oliver, dos ex de la Fonteta, le dieran la vuelta al choque antes del descanso.
El Valencia había vivido muchos minutos de las individualidades de Nedovic y cuando necesitó de un juego más coral para contrarrestar el ímpetu visitante se encontró con que el resto de jugadores estaba frío (51-57, m.20).
El paso por el vestuario aclaró las ideas de los locales, que con Guillem Vives y Pau Ribas a los mandos de sus ataques, hilvanó más sus ataques, alejó a Tavares de su aro y apenas necesitó cuatro minutos para volver a ponerse por delante (66-65, m.24).
Si los dos exteriores dirigieron con clarividencia, Loncar y Harangody supieron finalizar el trabajo y se convirtieron en una pesadilla para los interiores visitantes, incapaces de igualar su movilidad. Además, el despertar anotador de Sato ensanchó la brecha (77-68, m.27).
Tras un pequeño bache, cuyo inicio coincidió con el descanso de Vives y que permitió a los visitantes ponerse por delante fugazmente en el marcador, el regreso del catalán y de Loncar restableció el dominio local pero la cuarta de falta de ambos fue un desafío para Perasovic.
El técnico croata dio descanso al primero y arriesgó con el segundo. La apuesta le salió bien y los puntos del pívot y la inspiración anotadora y el trabajo en el rebote del eficaz Sato dio un nuevo impulso al Valencia y le situó en disposición de cerrar el choque (93-83, m. 37).
Ni si quiera el golpe que dejó KO a Harangody hizo ya que el Valencia perdiera el paso, con Sato omnipresente en ambas canastas los locales cerraron una victoria que le desbroza su camino a la Copa del Rey.