"El respaldo del Gobierno será igual que en el Mundial 2014"

El pasado martes llegó desde la FIBA la gran noticia de que España organizará el Mundial femenino de 2018, que como el masculino se llamará Copa del Mundo. Y ayer fue presentado oficialmente en el Consejo Superior de Deportes, donde su presidente, Miguel Cardenal, actuó como anfitrión y aprovechó para dejar claro que el apoyo institucional al nuevo proyecto de la Federación Española será absoluto: “El respaldo del Gobierno va a ser el mismo que tuvo el Mundial 2014. Es casi una obligación de justicia darle las mismas oportunidades. Los casi cuatro años que quedan de aquí al campeonato servirán para incrementar la práctica del baloncesto femenino y supondrán un nuevo apoyo a todas las pequeñas iniciativas de clubes, federaciones y escuelas. Habrá una siembra constante, como pasó con el Mundial masculino, que dejó un legado importante, fue una inversión rentable y un trabajo exitoso”.

Cardenal, que estuvo acompañado por José Luis Sáez, presidente de la FEB, y por la directora general de Deportes, Ana Muñoz, calificó como “espectacular” la noticia “para el deporte español y el baloncesto, particularmente el femenino”. Sáez, en plena resaca de felicidad, se congratuló por “la confianza de la FIBA y las autoridades en el proyecto Universo Mujer”. “Llevamos años trabajando en el deporte femenino y en la organización de eventos. Esto es un paso más y buscaremos esa proyección que puede darnos el Mundial. Es un círculo ambicioso, deportivamente hablando y en otros ámbitos”, continúo el mandatario federativo, empeñado en “poner a la mujer donde se merece, en una situación de liderazgo y de apuesta por el futuro”.

Premios AS. Sáez aludió a los Premios AS del Deporte, que reconocieron mayoritariamente los logros de las deportistas españolas, como ejemplo de que “cada vez está calando más el concepto de competición femenina”, y resaltó su empeño en “llegar a acuerdos con la FIBA para cambiar sistemas y calendarios y que los torneos sean más atractivos, aunque no es fácil romper sus esquemas”. “El reto es alcanzar el 60% de ocupación de los pabellones en partidos que no sean top, e incluso superarlo, como ocurrió en el Mundial 2014, con más de un 80% de asistencia”.

Sáez, que aseguró que el año 2018 será el de su “punto y final” como presidente de la FEB, se marca el objetivo de favorecer un formato “que no sea tan definido y preparado como el actual”. “Tenemos que ver las debilidades y las fortalezas. Si el equipo de casa es potente, sus partidos tienen público. Como el resto no lo tienen hay que rodearlos de actividades, involucrar a un núcleo de ciudades y a otras sedes”. En enero se revelarán las condiciones para las candidatas.