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WIZARDS 133 - CELTICS 132

Wall acaba con la exhibición del banquillo de los Celtics

Boston acabó perdiendo en la segunda prórroga un duelo que pudo ser suyo tras ir 23 abajo. Pierce (superó a Reggie Miller) y ya es el 16º anotador de la historia.

John Wall.
John Wall.USA Today

Toda la atención mediática de la noche se acumulaba en Brooklyn, donde a las protestas y reivindicaciones de igualdad entre razas (tanto en la cancha como en los aledaños del Barclays Center) por la muerte de Eric Garner (un hombre negro muerto al ser estrangulado por un policía de NY) se unió la visita de los duques de Cambridge (ya saben, el príncipe Guillermo y su encantadora esposa Kate Middleton). Sin embargo, el verdadero espectáculo deportivo se trasladó a Washington DC. Allí, en la capital federal, asistimos a un verdadero festival (en todos los sentidos) de los Celtics que sin embargo acabó sin tener el final feliz que se le pide a todo cuento de hadas. Tras dimitir del partido en los minutos finales, los Wizards de un pletórico John Wall acabaron llevándose tras dos prórrogas un agónico triunfo (133-132) que les permite vengarse, en este caso en caliente, apenas 24 horas antes en el TD Garden.

Y si hablo de festival 'celtic' es porque lo fue. Por lo menos a partir de los 4 últimos minutos del tercer cuarto (82-59 en el marcador). Ya sea por la antológica exhibición que nos brindó su segunda unidad (82 puntos consiguió, la mejor cifra de la franquicia en los últimos 50 años) o por el nuevo hito logrado por Paul Pierce: superó los 25.279 tantos anotados por Reggie Miller para convertirse en el decimosexto máximo anotador de todos los tiempos. Es verdad que 'The Truth' ahora está en los 'magos', pero desde la retirada de Larry Bird no ha habido nadie como él que represente el orgullo de Boston (y eso que es californiano de nacimiento).

Suyo fue el show en la primera mitad. El Verizon (y los cientos de seguidores de los de Massachusetts presentes en él) le dedicó una correcta, merecida y emocionante ovación antes del descanso. Tras la reanudación, él mismo fue el encargado de ir alejando al equipo de su corazón. Sin embargo, acto seguido de que se marchara al banquillo, emergió Marcus Smart. El rookie jugó su mejor partido de largo en la NBA para con su defensa, triples y energía contagiar al resto de compañeros de la segunda unidad. Poco a poco, Olynyk, Turner y Bass fueron sumándose al espectáculo ante la mirada de un atónito Randy Wittman. No daba crédito el técnico. Ante la zona planteada por Stevens (un innovador) se cortocircuitaron y un triple de Evan Turner ponía en ventaja a unos Celtics fuera de sí. Grandes minutos de baloncesto que culminó el propio Evan mandando el encuentro a la prórroga con un triple estratosférico a falta de seis décimas.

El tiempo extra comenzó con todos los titulares (salvo Jeff Green) de Boston sentados. Más que nada porque hubiera sido como pegarse un tiro en el pie. Sin embargo, a los visitantes (como en toda la temporada) les faltó altura de miras para ganar el partido. Pudieron hacerlo en ambas prórrogas, pero el balón les abrasaba conforme se agotaban los segundos. Y en eso John Wall (26 puntos y 17 asistencias) es un maestro. Asumió los galones de líder para acabar decidiendo uno de los mejores duelos de este arranque de curso. Baloncesto en estado puro. En buena medida gracias a la reacción del banquillo de los Celtics, que fue espoleado por su refrente espiritual: Paul Pierce.