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CAVALIERS 93 - RAPTORS 110

Toronto humilla a LeBron y a unos Cavaliers en caída libre

Se pasó del 24-6 de inicio al 67-85 de finales del tercer cuarto. El suplente Lou Williams (36 puntos) lidera la cuarta derrota seguida de Cleveland (5-7). Los Raptors, en la cima.

LeBron James, Kevin Love y Kyrie Irving, un 'Big Three, cabizbajo y sin respuetas para el mal momento de los Cavs.
LeBron James, Kevin Love y Kyrie Irving, un 'Big Three, cabizbajo y sin respuetas para el mal momento de los Cavs.Jason MillerAFP

Cuarta derrota consecutiva para unos Cavs que parecen no tocar fondo. Y vaya derrota. Acabaron vapuleados (93-110) por los imponentes Raptors del suplente Lou Williams (36 puntos, tope en su carrera, en 29 minutos). Y en su casa, un Quicken Loans Arena en el que se pudo escuchar con claridad el grito de "Let's go Raptors" durante los últimos minutos por parte de la afición canadiense desplazada a Ohio. Demasiado para LeBron James (15 puntos, 10 asistencias y cinco pérdidas): su peor arranque de temporada (5-7) a estas alturas desde su año rookie (4-8 en la 2003-04). "Tengo una idea bastante clara de lo que hacer para tirar hacia adelante", anunciaba antes del duelo. Ni rastro de este plan durante el partido.

El dominio de Cleveland en el rebote (46-34) y en asistencias (24-20) no sirvió para nada. Sus errores desde la línea de tres puntos (3/16), sus 18 pérdidas (por sólo 8 de los de Dwane Casey) y la enorme diferencia de producción entre banquillos (19 puntos por 51 de los visitantes) sirven para explicar el descalabro. Y eso que, espoleados por la derrota 24 horas antes en Washington, los Cavaliers salieron como un tiro: 12-0 a los poco más de cuatro minutos de partidos y 24-6 con más de cuatro minutos por jugarse del primer parcial. Varejao hacía daño en la pintura, mientras que Kevin Love (23 tantos y siete rebotes en total) se resarcía de su mala noche anterior con 10 puntos en este periodo, dos más que los logrados ante los Wizards. 

A partir de ese instante emergió la figura de Louis Williams. Un aseado escolta y desconocido para el gran público que cumple su primera temporada en los Raptors tras pasar sus primeros nueve años en la NBA entre Philadelphia y Atlanta. Al descanso ya se las habia ingeniado para lograr 24 puntos (su tope este curso estaba en 22 la noche anterior ante Milwaukee). Comandaba el ataque de los dinosaurios, que ya mandaban al descanso (54-56) tras remontar una brecha de 18 puntos en el marcador. Pero lo mejor estaba por llegar. Mediado el tercer cuarto, una canasta de Irving (21 tantos y seis asistencias) y otra de Love ponían a los de Ohio en ventaja (65-61) antes de recibir una descarga en forma de un parcial de 2-24 (67-85) en apenas seis minutos. DeRozan y Lowry (43 puntos y 11 asistencias entre los dos) se sumaron al show de Williams para dejar sentenciada la contienda antes del último pariodo. Un arranque espectacular de temporada por parte de los canadienses, que sin hacer ruido, no sólo dominan con claridad el Este (11-2), sino que igualan a los Grizzlies de Marc en lo más alto de la NBA. Para quitarse el sombrero. "Un día te ponen una estatua y al día siguiente te conviertes en el blanco de todas las críticas. No he escuchado a una sola persona en el vestuario decis que estamos en cabeza". Casey y sus hombres no sejan llevar por la euforia. Sabias palabras. Equipo grande.

Un gran momento que contrasta con los nubarrones que se ciernen sobre Cleveland (102 puntos de media encajados por encuentro). "Ahora mismo, somos un equipo muy frágil", admite un LeBron James que volvió a mostrar, como alguno de sus compañeros, un lenguaje corporal de desesperación y frustración impropio del mes de noviembre. Malas señales, pero aún hay tiempo para evitar encender las señales de alarma. Mucho trabajo el que tiene por delante David Blatt, quien destaca que nunca ha vivido una temporada con más derrotas que victorias y que no piensa tenerla en su debut en la NBA. Aunque para ello tenga que acometer cambios en el quinteto del equipo por segunda vez en la campaña. Cleveland sigue sin encontrarse a sí mismo. Quizá lo haga en la visita de los Magic este lunes. Quién sabe.