Los Sixers son un drama

La situación en Filadelfia es dramática. Los Sixers todavía no han ganado esta temporada y con un balance 0-8 van camino de reeditar su peor comienzo de siempre (0-15, 1972-73) y, sin dificultad, el de la historia de la NBA (0-18, los Nets de la 2009-10). Y el problema final no es que no ganan, es que no dan sensación de poder hacerlo.

Esta madrugada en Dallas recibieron un correctivo en mayúsculas. Los Mavericks les vencieron por +53 (123-70), su mayor victoria en Liga (supera los 50 puntos que endosaron a los Knicks en 2010) con ventajas que eran sonrojantes ya en el segundo cuarto (45-10, 10:20; 59-21, 5:30). Los Sixers eran un coladero en defensa e inoperantes en ataque. En la primera mitad, establecieron un 9/35 (25%, 29 al final del partido) en tiros de campo, un 2/12 (16%, 25 al final) en triples y un 9/16 (56%, 51 al final) en tiros libres. Todo ello, acompañado de 28 pérdidas al concluir los 48 minutos de encuentro. Datos escalofriantes.

"Estoy seguro de que vamos a recordar esto y que no queremos que vuelva a suceder. Ninguno de nosotros se acostumbrará a perder así. Estamos molestos", explicó Michael Carter-Williams, la única noticia buena en los Sixers. El base, el Mejor Rookie de la pasada temporada, retorno tras una lesión que le había impedido debutar esta temporada con sus compañeros. Anotó 19 puntos. Una luz entre las sombras.