RAPTORS 93-BULLS 100
Una maldición moderna
Derrick Rose no pudo acabar el partido por una lesión en el tendón de la corva izquierda. Todavía no se sabe el alcance de la misma. Pau Gasol, genial, anotó 27 puntos.
Los problemas físicos, de lesiones, de molestias en Derrick Rose ya tiene tintes de ser una de las grandes maldiciones modernas. El base posee un imán para las torceduras y los calambres, sus piernas sienten una atracción sorprendente por el 'mal'. Y esta madrugada, en Canadá, en la quinta victoria fuera de casa seguida en esta temporada de los Bulls, Rose no pudo, por enésima vez en su carrera, acabar el encuentro. Está vez la parte de su cuerpo afectada fue el tendón de la corva de la pierna izquierda. Una dolencia que le llevó a sentarse en el banquillo cuando aún restaban 2:00 para finalizar el encuentro.
"No puedo hacer nada sobre esto", explicaba con resignación el jugador franquicia de los Bulls al acabar el encuentro y ser preguntado por su lesión. "Cada vez que le pasa algo, la gente actúa como si fuera el fin del mundo. No quiero escuchar esas mierdas", dijo Noah. Puede ser que el francés tenga razón, pero es que este problema es la reedición de un viejo disco al que le tenías mucho cariño, pero que empieza a ser algo desquiciante de tanto escucharlo.
Rose sólo ha disputado cinco partidos de los nueve jugados en una temporada que debe ser la de los Bulls. Estuvo en cancha en los dos primeros, luego se perdió dos. Retorno en el quinto para estar ausente en los dos posteriores. Ahora, y en su segundo duelo seguido, vuelve a sentir molestias: mucho parón, muchas dolencias en el tobillo, mucho drama por 38,3 millones cobrados en las cinco temporadas anteriores y 59,8 por esta y dos más.
"Va a ser evaluado cuando regresemos (a Chicago). Dice que sólo sintió un pellizco y que todo está bien", comentó su técnico, Tom Thibodeau. Esperemos que sea eso y no volver a la eterna espera de las dos últimas campañas (recordemos sus dos graves lesiones).
Y todo eso pasó en una nueva victoria de los Bulls, con exhibición anotadora incluida de Pau Gasol (27 puntos, su récord personal en el equipo de Illinois). Mirotic, por su parte, no anotó en los 4 minutos en cancha. Los Toronto Raptors fueron la víctima (93-100) y el equipo entrenado por Thibs se queda ahora a un solo triunfo de igualar el mejor arranca como visitante de la franquicia, establecido por los Bulls de Jordan en la temporada 96-97, la del quinto anillo. El partido era un choque entre dos de los titanes de la Conferencia Este. Los de Canadá, magníficos desde el pasado curso, eran líderes del Este hasta esta madrugada. Con un 7-2 de balance (el mismo que tienen ahora los Bulls), los Raptors son un equipo temible. Jugadores de la talla de Lowry (20), DeRozan (10) y Valanciunas (8) han hecho de un equipo desahuciado hace un par de años, una franquicia a tener en cuenta para el futuro.
Su poder se vio hasta el tercer cuarto, cuando un triple de Dunleavy (esplendido este inicio curso) colocó por delante a los Bulls (56-58). Ese periodo fue el de la perdición para los de Casey. Gasol y compañía completaron unos 12 minutos geniales: 35-14 de parcial con un porcentaje del 66,6% en el tiro, que les llevó a una ventaja de +14 (80-66) al comenzar el último y definitivo cuarto, donde la maldición de Rose volvió a presentarse sin llamar, sin ningún tipo de educación.