Ivanovic irrumpe en un clásico del baloncesto europeo

A los duelos entre Barcelona-Panathinaikos, ya un clásico absoluto del baloncesto europeo, sólo les faltaba como aderezo definitivo la presencia de Dusko Ivanovic en el banquillo visitante del Palau. El extécnico blaugrana (desde 2005 hasta mediados de 2008) vuelve a medirse al que fue su equipo (y que tras su marcha queda en manos de Xavi Pascual: hasta hoy) y lo hace al frente de un Panathinaikos que parecía esta vez de perfil algo más bajo pero que está compitiendo al máximo, como siempre, y jugando mejor de lo seguramente previsto. Marcha 3-1 en el grupo de la muerte por el 4-0 del Barcelona. Ambos estarán en el Top-16 si no media circunstancia extraordinaria. Pero el que gane este duelo cerrará la primera vuelta como líder. Si es el Barcelona, lo hará además invicto.

El Panathinaikos de Ivanovic ataca bien y va cogiendo forma en defensa, donde nota la ausencia de Lasme, su ancla en las últimas temporadas. La base de su juego la forman dos clásicos como Diamantidis y Fotsis y dos nuevos como AJ Slaughter y un revitalizado Esteban Batista, que promedia 14,3 puntos, 5,8 rebotes y 15 de valoración. En sus dos últimos partidos, el campeón griego (abrasó al Olympiacos la pasada temporada en Liga y Copa) ha sumado dos tremendas victorias ante los otros pesos pesados del Grupo C: +36 total ante Fenerbahçe y Milán, con una exhibición antológica desde la línea de tres ante los turcos (18/26, 7/10 de Slaughter) y con un recital ante los italianos de un Diamantidis que sumó 24 de valoración en 24 minutos en pista (6 puntos, 7 rebotes, 8 asistencias).

El duelo mide a dos de los equipos que mejor tono han mostrado en este arranque de competición. Ambos están entre los seis primeros en anotación, valoración, porcentaje de triples y promedio de asistencias. El Barcelona rebotea mejor y el Panathinaikos pierde más balones pero se mueve en un tremendo 57,9% en tiros de dos. En realidad, los equipos son un calco en muchos apartados estadísticos: 96,3 en valoración media para el Barça y 96,5 para el Panathinaikos; 19 asistencias por partido los dos, 81,8 puntos por 85… la diferencia, que el Barcelona ha ganado al resto de rivales y el PAO cayó en Munich ante el Bayern.

Historia del baloncesto europeo

De lo que no hay duda es de que en el Palau se enfrentan dos gigantes de la historia del baloncesto europeo. Dos que están, además, hartos de enfrentarse. No puede ser de otra manera: el Panathinaikos juega hoy su partido 300 en Euroliga, sexto en un ranking que lidera el Barcelona: hoy disputa su duelo número 316. Entre ellos, 30 duelos con 18 triunfos para un Barcelona que ha ganado los cuatro últimos pero que no olvida la final perdida por el tapón ilegal de Vrankovic a Montero en 1996 ni los cuartos de final de 2011, cuando se enredó en la tela de araña de Obradovic y se quedó sin poder defender corona continental en la Final Four que se iba a disputar en su Palau Sant Jordi.

Sólo en una de las últimas ocho temporadas (la 2011-12) no ha habido ningún enfrentamiento entre estos enemigos íntimos y pesos pesados: seis títulos griegos por dos blaugranas, once y catorce Final Four disputadas. Siete de las doce Euroligas jugadas entre 2000 y 2011 fueron para PAO o Barça. Números de leyenda para un duelo que personifican dos jugadores de leyenda: Juan Carlos Navarro y Dimitris Diamantidis. El base griego, que acaba de superar las 1.000 asistencias en la Euroliga, ha jugado 19 veces contra el Barcelona. En 17 de ellas se ha enfrentado a Navarro, que sólo faltó en la temporada 2007-08, cuando probó suerte en Memphis Grizzlies. En esos partidos, 11 victorias para el escolta del Barça, seis para el playmaker heleno.

Los dos, además, se han acostumbrado a enseñar repertorio en sus enfrentamientos. Diamantidis ha sido en los últimos años no de los jugadores más temidos por el Palau (sencillamente magistral en aquella eliminatoria maldita de 2011). En sus 19 enfrentamientos con el Barcelona promedia 11,3 puntos, 3,4 rebotes, 3,6 asistencias y 14,5 de valoración. Ante el Barça logró su tope anotador en Europa (26 puntos) y 15 veces ha estado en dobles dígitos de valoración. Navarro, como contrapunto, se ha movido ante el Panathinaikos en 13,4 puntos y 12,6 de valoración por partido, anotando doce veces un mínimo de diez puntos y llegando tres a la veintena.

Ambos son, por supuesto, historia de la competición. Navarro es líder en valoración total (3371) y Diamantidis, segundo (3247). El azulgrana es primero en partidos (262) y el griego quinto (229), y son segundo y primero en minutos (casi clavados: Diamantidis 6771, Navarro 6760). Navarro es el máximo anotador (3519) y triplista (512), mientras que Diamantidis es el mejor en asistencias (1017) y robos (391), categorías en las que el internacional español también es top-ten. Hoy en el Palau, nuevo capítulo: dos genios cara a cara al frente de dos transatlánticos del baloncesto europeo que siempre compiten a muerte. El premio, el liderato de grupo.