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Real Madrid - Dinamo Sassari

El Dinamo Sassari desafía la mejor racha blanca en 38 años

Tras perder con el PAO en la 2012-13, el Madrid lleva 20 victorias seguidas en sus partidos de casa en la Euroliga. Hoy le espera el Dinamo Sassari (20:45, C+D). Rudy, baja.

EL ÚLTIMO TRIUNFO. Nocioni, Ayón, Rivers, Slaughter y Llull aplauden a la afición tras derrotar el pasado jueves al Nizhny Novgorod.
EL ÚLTIMO TRIUNFO. Nocioni, Ayón, Rivers, Slaughter y Llull aplauden a la afición tras derrotar el pasado jueves al Nizhny Novgorod. Jesús Á. Orihuela

A partido en casa, victoria segura. La adaptación del refrán transmite lo que siente la afición madridista desde marzo de 2013 en la Euroliga. En total, 20 victorias consecutivas europeas en el Palacio en las últimas tres temporadas. Tres encuentros de la campaña 2012-13, todos los de la pasada (15-0) y los dos de ésta, que serán tres si vence hoy al Dinamo Sassari. El equipo de Cerdeña no conoce la victoria en Europa, pero es líder en Italia.

El 20-0 no es la mejor racha continental del Real Madrid en casa, aunque sí la tercera mejor y la más amplia en 38 años, desde 1976. Entonces alcanzó los 24 triunfos seguidos en tres temporadas y media. El récord blanco, eso sí, pinta inalcanzable: 46-0 durante diez años, de 1959 a 1969.

El dedo de Rudy.

Oportunidad para el Dinamo de hacer historia o, mejor dicho, de romperla. Un equipo al que se ha comparado con el Madrid por su ataque. No es el de hace un año, pero tiene puntos en el perímetro con Dyson, Logan, Sanders y Sosa. De los interiores, Jeff Brooks es el referente. Para Laso, una de las preocupaciones es el dedo anular de la mano derecha de Rudy. Lesionado en abril. “Hay que ver su evolución y ver si le paramos porque se siente incómodo”, decía ayer el técnico. Al final, no jugará y este jueves será sometido "a una artrolisis de la articulación interfalángica proximal del cuarto dedo de su mano derecha", según ha informado el club blanco.

El exjugador Romeo Sacchetti entrena al Dinamo Sassari y a su hijo Brian

Ser entrenador tras haber jugado es algo común en el baloncesto, pero lo que no es tan habitual es dirigir desde el banquillo a tu propio hijo. Así le ocurre a Romeo Sacchetti­ (61 años) con su hijo Brian (28 años). Su primera experiencia familiar en el mismo equipo fue en el Castelleto Ticino (2003-05). Debió resultar positiva porque ambos repiten ahora en el Dinamo Sassari. Romeo, al que apodan Meo, suma su sexta campaña seguida en el club de Cerdeña y Brian, la quinta, aunque sin muchos minutos. Las quejas quedarán en casa, imaginamos. Sacchetti padre fue un gran jugador. Un alero de casi dos metros muy corpulento (más de 110 kilos), duro incluso. Lo opuesto a un fino estilista, pero como técnico en Sassari ha apostado por un baloncesto veloz y ofensivo, con protagonismo para los bajitos y los triples. “El estilo del Dinamo no es el que tenía como jugador”, dice Laso con una sonrisa. De corto, Romeo fue clave para que Italia ganara el oro en el Eurobasket 83: 15 puntos para tumbar a España en la final.