Un Blake Griffin en modo MVP arruinó las primeras señales de vida de los Lakers, que actuaron por segunda vez como locales en el Staples Center y dejaron sensaciones muy diferentes por positivas a las que habían transmitido en la apertura de la temporada NBA ante los Rockets y al día siguiente en Phoenix. El ala-pívot de los Clippers despachó 39 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias, y no le tembló el pulso desde la línea de tiros libres en momentos imporantes (11/12) para sellar la apretada victoria de su equipo (111-118). De esta manera, impidió que los púrpura y oro dieran la primera alegría a la alicaída Laker Nation, que no obstante atisba ahora un leve haz de luz al final del túnel, pero habrá que ver si no es un espejismo.

Introduciendo algunos ajustes, el técnico Byron Scott logró que el ataque de los Lakers funcionara mejor con una versión más generosa de Kobe Bryant, que anotó 21 puntos y con sus 7 asistencias permitió el lucimiento de otros compañeros como Jordan Hill, máximo anotador del equipo con 23 tantos. Jeremy Lin también mostró su potencial con 17 puntos y 9 asistencias. Mejoraron los porcentajes de tiros de campo y el equipo ayer vestido de negro y con mangas cortas dominó en la pintura con Hill, Boozer, Sacre y Davis a buen nivel (40-34 en puntos y 40-36 en rebotes). En cualquier caso, no fue suficiente para evitar la octava derrota en los últimos nueve enfrentamientos ante los Clippers. Los Lakers sí consiguieron reducir la distancia con sus vecinos, que en los tres duelos anteriores se había disparado a 36, 48 y 23 tantos de diferencia en contra. "Nuestra rivalidad aún no es con ellos. Nuestros rivales siguen siendo los Celtics con sus 17 títulos frente a los 16 que tenemos nosotros", dijo Scott, que no pierde el orgullo que le hizo campeón con el equipo que ahora entrena.

Tras un mal comienzo en el primer cuarto (22-31), los Lakers redujeron distancias en el segundo y voltearon el marcador con un 7-0 de salida tras el descanso y llegaron a tomar máximas ventaja de 7 puntos (90-83 la última en el minuto 36). Pero Griffin impidió que la reacción fuera a más con un repertorio demoledor de entradas, lanzamientos, mates y faltas de tiro provocadas. El duelo marchó igualado después con Hill enrachado por parte local. Y cuando parecía que los Lakers podían obrar el milagro tras triple de Lin (106-103), Jamal Crawford unió sus esfuerzos a los de Griffin para dar el triunfo a los Clippers con siete puntos casi consecutivos (acabó con 22). El carrusel final de tiros libres del all star y de Redick hicieron el resto.