Bilbao Basket 89- Sevilla 61
El Bilbao maltrata a un patético Sevilla que sigue sin ganar
El Bilbao tiene ya un 4-1. Algún aficionado hablaba de Copa al salir. En una ciudad que se vio fuera de la ACB hace nada. El Sevilla, hundido al final de la clasificación.
El Baloncesto Sevilla ha sido acaparado por un grupo de inversión norteamericano y haría bien éste en explicar qué pretende con un club y un equipo que daba gusto ver los últimos años con Aíto y ahora camina con la pinta de un cadáver hacia el cementerio. Nadie se levanta en el banquillo por el famoso conflicto con Roth y eso dibuja una postal aún más fúnebre. Va de ridículo en ridículo y pasó por Miribilla como una sombra patética.
A diferencia del año pasado, el Bilbao arranca su motor con Sito Alonso a fuego y tritura a estos rivales que van cazando mariposas por la madera. Logró la tercera mayor paliza en ACB. Fue un tsunami ofensivo. Un 22-5 empezó a sonrojar ya a los andaluces. Bertans sumó 11 puntos en cinco minutos y se merendó a la contemplativa defensa sevillana.
Los ‘Hombres de Negro’ lo vieron todo tan chupado que bajaron algo los brazos y se dedicaron al triple (acumuló 31 tiros lejanos, casi tanto como de dos). Oriola y Porzingis dieron algo de coherencia al caos visitante y maquillaron la mala noche: 32-29 a cuatro minutos para el descanso. El Bilbao metió una marcha más en otro arranque, el del segundo tiempo, ejemplar: 76-45. Mumbrú sacó al equipo del letargo. Hervelle ha recibido la consigna de tirar de lejos y se aplicó a eso. Colom llevó el timón como si estuviera en el salón de su casa. Raúl López mezcló con Borg para dar dinamismo al ataque vizcaíno y Andjusic se sacó un poco la ansiedad que le perseguía por falta de tino. El base de Vic demostró a los inoperantes directores enemigos lo que es llevar la batuta, porque en el Sevilla hay mucha escopeta pero pocos que conduzcan el balón hasta sus enormes talentos interiores.
“No es cómoda esta situación para nadie”, valoró Norris en rueda de prensa sobre la polémica con Roth, que no puede figurar como primer entrenador, al estilo Zidane. El Bilbao tiene ya un 4-1. Algún aficionado hablaba de Copa al salir. En una ciudad que se vio fuera de la ACB hace nada.