Una canasta valiente de Oliver mantiene al Granca líder

Incluso sin haberse acercado aún al nivel que se le supone, el Herbalife Gran Canaria va camino de pasearse en el grupo B de la Eurocopa. Tres triunfos en otras tantas jornadas después de ganar ayer en la pista del JDA Dijon por 69-71, con más apuros de los necesarios tras dominar prácticamente todo el partido.

El Herbalife Gran Canaria 2014-15 se muestra, al menos hasta ahora, como un equipo diésel. Por lo general, y aunque ante el Unicaja en el último encuentro de la Liga Endesa le ocurrió justo al revés, le cuesta ponerse las pilas. Como si necesitara algunos minutos para entrar verdaderamente en calor, volvió a disputar un mal primer cuarto. Lo perdió (15-12) pese a que el conjunto galo tampoco dejó ver demasiadas cosas buenas. Edy Tavares, una vez más, se cargó de faltas demasiado pronto, frenando en seco los problemas que el caboverdiano le planteaba a los franceses, fuertes pero sin centímetros. Los pocos puntos de Zach Moss y Earving Walker valían para que los insulares se marcharan al primer parón en desventaja.

Pero la superioridad de los de Aíto García Reneses resultaba evidente. Parecía cuestión de tiempo que, como en su visita de la pasada semana al Ostende belga, se pusieran el mono de trabajo y empezaran a carburar. Lo lograron a través de unos buenos minutos de Levon Kendall, intermitente pero eficaz cuando coge el paso, y sobre todo de quien se antoja se acabará convirtiendo en uno de los jugadores más decisivos del equipo, Kyle Kuric. El estadounidense, después de una deplorable serie de ambos equipos desde la línea de 6.75, clavó cuatro tiros exteriores que dispararon a los suyos hasta el 22-34 casi al final del segundo periodo, aunque, también como contra los de Joan Plaza, los canarios debieron regresar al vestuario con mayor renta (27-34). Además de Kuric, la mejor noticia la regalaba Txemi Urtasun, otra vez activo tras su esguince de tobillo ante el Cantú.

El Gran Canaria se mantuvo siempre por delante pero sin romper el partido, especialmente por Walker y Andre Harris, que entre ambos anotaron la mitad de los puntos del Dijon en los primeros 30 minutos (50-59). Los locales se afinaron en la larga distancia, pero ya el ex del Estudiantes había calentado la muñeca, yéndose hasta los 21 puntos en tres cuartos y tirando de los suyos, pese a que luego no vio aro ni una sola vez más.

Pero como un auténtico Guadiana, el equipo insular se pasó, después de sus 25 puntos en el anterior parcial, medio periodo sin anotar, lo que aprovecharon los franceses para hacer la goma hasta meterse de lleno en el partido (65-66, min. 38) con el pequeñito Walker como comandante en plaza. A falta de 20 segundos, dos tiros libres del base americano igualaron el tanteo a 69. En la siguiente posesión, una entrada valiente por la izquierda de Albert Oliver colocó el 69-71, y el Dijon, con 5 segundos, se lio hasta que Kendall taponó su triple e hizo respirar a un Herbalife que debió haber amarrado el triunfo mucho antes.