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T. OSTENDE 76 - HERBALIFE GRAN CANARIA 83

El Granca se enchufa a tiempo y se mantiene invicto en Europa

Mala primera parte de los amarillos, que reaccionaron en la segunda para imponer su superioridad y seguir invictos dentro del grupo B; Kendall, Kuric y O’Leary, los mejores.

Kyle Kuric, brilló ante el Ostende belga.
Kyle Kuric, brilló ante el Ostende belga.HERBALIFE GRAN CANARIA

Su triunfo en la pista del Telenet Oostend por 76-83 resume perfectamente la personalidad del Herbalife Gran Canaria en este arranque de ejercicio 2014-15. Con un puñado de contrataciones en la plantilla y sobre todo nuevo arquitecto, Aíto García Reneses, el cuadro insular ofrece dientes de sierra, luces y sombras. En el caso del partido en la cancha del campeón belga, sombras y luces, pues después de un primer tiempo horrible los amarillos se pusieron las pilas e hicieron realidad su más que sensible superioridad.

El equipo canario llegaba a esta segunda jornada del grupo B de la Eurocopa tras caer vapuleado en la pista del Barcelona, dentro de la Liga Endesa. Desde la capital catalana viaje a los Países Bajos sin pasar por casa, y ya sea por el cansancio acumulado o por la poca trascendencia de la cita, su desconexión en la primera mitad ante el Oostend resultó evidente, especialmente en el segundo cuarto. En el acto inicial, el respeto con el que salió el cuadro local le valió al Granca para mantener un tanteo parejo (14-16), pese a que la imagen distaba mucho de lo deseable.

Todo derivó a peor en el segundo periodo. En ataque, salvo un arranque de casta y acierto del veterano Albert Oliver con tres triples consecutivos y la valentía de una cada vez más entonado Kyle Kuric, los de Aíto fueron un desastre, un caos que solo se explicaba con una alarmante falta de intensidad. La misma que hizo que la pintura propia fuera terreno abonado para los belgas, que empezaron a creerse con posibilidades de victoria ante tanta facilidad. Caminos diáfanos hacia el aro, pasividad en el rebote defensivo, lanzamientos cómodos uno detrás de otro. Lo aprovechó sobre todo el zurdo John Prince, que terminó el partido con 27 puntos, anotados en su gran mayoría en un segundo parcial que dejaba el marcador 42-32.

La duda estaba en si los jugadores del Herbalife se tomarían en serio o no la reanudación y, aunque sin tirar cohetes, se enchufaron al juego dando una imagen más acorde con su potencial. Aumentaron su actividad atrás, lo que empezó a sacar a flote las carencias belgas, y desde ahí la movilidad y la concentración ofensivas también crecieron ostensiblemente. El acierto desde la línea de 6.75 permitió primero reducir las diferencias y luego, una vez por delante en el marcador, ya en el último cuarto, alcanzar los últimos minutos con mayor desahogo (63-70). Kuric, Ian O’Laeary y los buenos minutos en las dos zonas de Levon Kendall bastaron para continuar invicto en Europa a un Herbalife que sigue generando tantas dudas como esperanzas, en este comienzo de curso, quizá normal, quizá entendible, algo bipolar para los grancanarios.