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LAKERS 75 - WARRIORS 116

Los Warriors son unos abusones

Otro recital de Curry y Thompson, los Splash Brothers, ante unos Lakers horribles y con nuevas bajas. El 60-100 al final del tercer cuarto habla por sí mismo. Kobe, 3/13.

Los Warriors son unos abusones
JEFF GROSSAFP
NBA

Por Ontario pasaron los Lakers, o lo que va quedando de ellos. Y los Warriors. Durante muchos años, los Lakers eran el gran equipo del Pacífico y los Warriors una de las acomplejadas víctimas que vivían eternamente atormentadas por los angelinos. Los papeles llevan ya un par de temporadas invertidos ahora que unos luchan por recuperar su identidad (apenas siquiera ya por competir) y los otros por establecerse como aspirantes al anillo, asunto que depende (con la cautela que demanda el brutal nivel del Oeste) de una necesaria tregua con las lesiones (Bogut, sobre todo) y  de la casi garantizada inspiración de los Splash Brothers, más motivados que nunca con Stephen Curry estableciéndose como aspirante al MVP y Klay Thompson a la caza de un gran contrato que ya se merece. Queda ver cómo de grande será.

Después de abrir la pretemporada con un interesante triunfo ante lo Nuggets, el calendario le mandó a los Lakers de regalo dos partidos en cuatro días contra los Warriors, como si los de Byron Scott necesitaran recalibrarse para no olvidar lo profundo que es su punto de partida. El balance de esos dos partidos, de LA a Canadá, 180-236: y 105-120 y 75-116. En este segundo correctivo la cosa tuvo tintes de escándalo desde el salto inicial: 7-26 en 7 minutos (con Curry inspirado y Kobe negado), 20-50 en el 19, 30-63 en el 23 y 60-100 al final del tercer cuarto. Del 29% de unos al descanso al 61% de los otros. De diez maravillosos puntos seguidos de Curry en un minuto nada más empezar (con tres triples para el 2-12) al espantoso 1/9 de Kobe en el primer cuarto.

Mundos diferentes: los Warriors, buenas sensaciones en el arranque de la era Kerr tras el tumultuoso final del predicador Mark Jackson. 41 puntos (45 cuatro días antes…) entre un Thompson ultra motivado y un Curry que aceptó y ganó casi todos los retos que le propuso un Kobe Bryant que se dedicó a probar cosas y ejercer de líder calmado en un momento a pesar de todo demasiado temprano para que cunda la histeria en un equipo del que era inútil esperar de mano demasiadas hazañas: “No somos tan malos como ha parecido en estos dos partidos contra ellos. Son un equipo que pone en apuros hasta a los mejores equipos defensivos de la NBA… y nosotros estamos en una fase de mucha carga física, tendremos las piernas más frescas durante la temporada”.

Kobe (6 puntos, 5 asistencias, 3/13 en tiros, 24 minutos) se guardó para sí mismo lo que por ahora no descarga para sus compañeros: “Mi partido ha sido una mierda, podéis escribir eso, tal cual”. Pero peor fue lo colectivo: sin defensa, nefasta en transición y sin equilibrio en un ataque en el que todo se basó en tiros incómodos desde media distancia. No jugó Ed Davis y Randle se quedó en 2/7 para 4 puntos. Total, que los máximos anotadores de los Lakers fueron Wayne Ellington y… Robert Sacre (12 puntos y 5 rebotes). Todo dicho un partido saldado con un 0-39 en puntos desde la línea de tres: 0/3 para los Lakers, 13/33 para los Warriors.

Steve Nash sólo jugó de salida en su país: 12 minutos, 0/5 en tiros, 3 puntos y 1 asistencias. Después le dio a Byron Scott que “se encontraba mal”, otro problema (Jeremy Lin era baja por problemas físicos) para unos Lakers que estaban sin Clarkson lesionado y en los que hicieron de base entre Kobe y Ronnie Price, que jugó 33 minutos. 67 años entre los dos. Byron Scott tuvo otra vez a quintetos suplentes contra versiones casi titulares de los Warriors, una autopista hacia la masacre, más con una rotación sin Lin, Henry y Young. Todo se confabuló en realidad para que se vieran todas las diferencias (no por ello irreales, desde luego no del todo) entre los actuales Lakers y Warriors, proyecto confuso contra aspirante. El mundo al revés, veremos hasta cuándo.