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MUNDIAL FEMENINO

Lucas Mondelo: "Nuestro estilo es el 'tiqui-taca' del baloncesto"

El 'Rey Midas', que ha ganado todo en clubes y en 2013 consiguió el oro europeo, es cauto. Se marca como objetivo los cuartos aunque avisa que en Río irán a por medalla.

Lucas Mondelo.
RAFA APARICIODIARIO AS

¿Qué balance hace de la preparación?

La preparación ha ido bien, de notable alto. Me cuesta poner sobresalientes porque siempre se pueden mejorar cosas. Prácticamente no ha habido incidencias en el tema físico: alguna sobrecarga, alguna molestia… pero lo normal. A nivel táctico también ha ido muy bien. La gente ha asimilado los conceptos, principalmente porque son variaciones sobre lo mismo de los últimos años. Además, muchas de estas jugadoras las he tenido en el Perfumerías Avenida y a otras, en el Mundial Sub-19 de 2009, cuando quedamos segundas. Eso ayuda, porque tenemos un estilo de juego, una identidad y encima coincide en que ese estilo es el que le va a las jugadoras y es el que también me gusta a mí. Casi la tormenta perfecta. A eso se le añade que es un juego con muchas iniciativas, rápido, agresivo… de los que gusta al público. Un poco el tiquii-taca, como dirían los futboleros.

Y además han ganado todos los partidos.

Eso es lo de menos. De algunos triunfos no salí satisfecho. Ahora hay que incorporar a Sancho. Físicamente yo creo que llega bien, pero necesita asimilar los automatismos y las complicidades. Creo que ella los irá cogiendo, porque es muy lista y entiende el juego, pero hay una diferencia con el Europeo: el tiempo. En el Europeo teníamos muchos días, descansos… En el Mundial, no. Creo que por eso en los primeros partidos estaremos un poco cojos, aunque su calidad podrá camuflar esta debilidad. Debemos incorporar lo antes posible a Sancho, pero sin estresarla y sin dañar el ritmo que ya tiene el resto del equipo. Nos ha tocado el grupo más fuerte, pero también es cierto que somos un equipo contra el que nadie quiere jugar. Algo tendremos.

¿Ha hecho Ndour en la preparación un poco de Lyttle?

Ella sabía desde el principio lo que había, era feliz y se integró pronto. Pensamos '¿por qué no se queda más?' Juega en las posiciones que juega Sancho, y aunque no es ella, tiene ciertos parecidos, así que el equipo se acostumbra a buscar esos espacios donde está ella. Así el cambio no es tan traumático.

Se habla mucho del tema Ibaka y Mirotic, pero usted está en la misma tesitura. ¿Se imagina una España con Lyttle y Ndour?

Buff... Sería un sueño. Lo he pensado muchas veces, pero me lo saco siempre aunque sea a bofetadas, porque no puede ser. Con ellas dos por dentro y con Nicholls ayudando, daríamos un salto en el juego interior, que siempre ha sido nuestro hándicap. Por fuera estamos muy bien, somos de los mejores juegos exteriores de Europa. Por dentro vamos justos. Las nuestras no son malas, pero hay selecciones con mejor juego interior.

Y a pesar de ello, el último descarte ha sido Cindy Lima, una pívot.

Ya lo hice el año pasado, aunque la damnificada fue Pascua. Tengo la variante táctica de poner a Xargay de ‘cuatro’. El campeonato es corto y básicamente juego con tres pívots. Creo que la batería exterior es necesaria porque hay a jugadoras que, a medida que avance el campeonato, el minutaje les puede afectar y, además, debía llevar a un par de especialistas: una defensiva, que pueda aportar tiro y que tenga experiencia en Turquía como es Nuria Martínez y otra como Leo Rodríguez, una gran pasadora y tiradora. La imagen que tienen fuera de nosotros es que somos un equipo imprevisible, y eso hace que estemos preparados para todo. Al final en baloncesto sólo hay dos posiciones inamovibles: el base y el pívot.

¿Puede afectar al equipo que Valdemoro y Aguilar ya no estén?

Sí, de ahí mi toque de prudencia. Nosotros fuimos oro casi sin querer: no éramos plantilla, veníamos de ser undécimos en 2011 y tampoco entrábamos en las apuestas. Pero, en cambio, desplegamos un gran juego y ganamos el oro. Pero ahí estaban ellas. Su minutaje ya era bajo, tenían relevos en la pista, pero Elisa aportó en el partido de Italia y Amaya, en el de Chequia de cuartos. Aportaron en pista, pero mucho más fuera de ella. A las jóvenes les pides que den un salto de calidad en la pista y lo hacen, pero en el vestuario no se ocupaban de nada más porque estaban Amaya y Elisa. Ahora ya no están. A ver cómo asimilan ser protagonistas en la pista, pero tener también su rol dentro del vestuario. Esto nos tiene que servir de campo de pruebas para preparar al equipo para lo que realmente importa, el Eurobasket del próximo año donde están en juego las plazas olímpicas. A Río, el equipo llegaría joven, pero maduro. Igual que ahora digo que llegar a cuartos está bien y semifinales es la leche, el objetivo en los Juegos es ir a por medalla.

Habla de un equipo joven y le ha dado la alternativa a Leticia Romero, que tiene 19 años.

Cuando dije hace meses que contaba con ella la gente no se lo creía. Yo no me muevo por testosterona; si creo que algo es bueno para el grupo, lo hago. Para eso me pagan, para tomar decisiones y asumir los resultados. Los errores los compartimos, igual que los aciertos. Por eso somos un verdadero equipo.

De aquí a un par de años, ¿podemos estar hablando de la mejor Selección femenina en la historia del basket español?

Comparar épocas es complicado, pero creo que en 2018 se juntarían las tres generaciones que más medallas han ganado en formación. Seguirán las Xargay, Torrens, Nicholls… llegarán las de la Sub-20 y la Sub-18, pero también alguna de la Sub-17. El problema es que nos sigue faltando un pívot dominador. En femenino hay relevo garantizado y cuerda para rato.

Y, ¿qué me dice de Ángela Salvadores?

Creo que es una buena jugadora, con mucha proyección, pero no le carguemos demasiada presión demasiado pronto. Ella es muy competitiva y quiere llegar. Yo no me centraría solo en Salvadores. Iris Junio es más joven incluso. Las dos tienen un gran potencial y ahí, por fuera, podemos estar muy tranquilos.

El domingo Estados Unidos perdió contra Francia, ¿le sorprende?

Me ha sorprendido un poco, porque con la plantilla que tiene Estados Unidos, jugando de mentira, debe ganar también. Pero es que Francia tiene un potencial brutal, no hay que olvidar que es subcampeona olímpica cargándose a Australia. No hay que infravalorarlas. La gente piensa que en 2013 ganar a Francia fue lo normal, cuando estaba todo preparado para que se llevaran su campeonato. Lo único que puede hacer esa derrota es crear confusión. Hay más diferencia entre americanas y europeas en el baloncesto femenino, que en el masculino.

Entonces, el oro pertenece a Estados Unidos, ¿no?

Yo tengo a Maya Moore en China, la mejor jugadora del mundo y MVP los últimos dos años. Yo sé qué es capaz de hacer. Pero además tienen a Taurasi, a Charles, a Bird, a McCoughtry, a Augustus, a Griner... que la mete hasta abajo y no sólo en los calentamientos. Son jugadoras de sueldos estratosféricos. Pero si algún día tenemos que jugar contra ellas, cuidado, que no vamos a salir a verlas venir.

Si quedan primeros de su grupo, no se cruzarían con ellas hasta una hipotética final.

Teóricamente si todo fuera perfecto, las semifinales serían Turquía o Francia ante nosotras o Chequia y por el otro lado, Estados Unidos y Australia. Jugar en un pabellón enorme lleno de gente puede perjudicarnos, porque mis jugadoras no están acostumbradas, salvo las de Turquía. Pero ojalá tenga que preocuparme por eso... Aunque suene tópico, ahora sólo pienso en Japón.

Entonces no hablamos de a quién preferiría en los cruces.

Lo malo de los cruces es que empiezas de cero. El que lo ha hecho todo bien, tiene todas las de perder ante un rival que ha fallado pero tiene una oportunidad más. El partido de cuartos es emocional; si controlas tus emociones y tu equipo es mejor, ganas. En cambio, las semifinales es el partido de la alegría y de las tácticas y la final es el de las jugadoras.

Eso le pudo pasar a la masculina. ¿Ese batacazo les puede ayudar a ustedes?

Puede servirnos de advertencia, pero nuestro nivel es otro. Nosotros no somos un equipo dominador, sí un buen equipo contra el que nadie quiere jugar, pero de entrada nadie nos pone ya directamente en el podio. Con los chicos sí pasa y es injusto. Ellos son muy buenos y nos han dado ocho años espectaculares. Somos diferentes. Me puede venir bien, por ejemplo, para el partido de Japón. Nosotros somos mejores que Japón, pero no es un mal equipo. Si no juegas bien ese partido, te gana. Ya lo he dicho: esta camiseta no gana partidos, lo ganan las piernas, el corazón y la cabeza.

Si hay un España-Francia en el Mundial, ¿prometen vengarse?

Claro. Siempre hay mucha rivalidad con las francesas. Ojalá veamos a Francia y que sea en semifinales, porque eso querría decir que se ha cargado al anfitrión y no tendríamos que hacerlo nosotros. En cualquier torneo preferiría jugar contra Turquía, menos aquí. Ahí tienes a los chicos en el Mundial de 2010, fueron subcampeones del mundo.

Hablaba de ocho selecciones con opciones de medalla. Explíquese.

Estados Unidos está un punto por arriba del resto; Australia y Francia pueden tener un nivel parejo y en el tercer escalafón estaríamos nosotros y Turquía. Me salen cinco equipos para semifinales. Uno se queda fuera... Y ojo con otras selecciones como Brasil, Chequia o en el siguiente nivel Canadá y China.