CROACIA 81 - 78 FILIPINAS
Croacia sufre para ganar en la prórroga a una heroica Filipinas
Los de Repesa vencían con facilidad en la primera mitad pero tras el descanso y con un Andray Blatche muy inspirado, los asiáticos forzaron la prórroga.
Primer encuentro de la Copa del Mundo y primera sorpresa, aunque no completa. Filipinas, en un alarde de heroicidad, ha conseguido llevar a Croacia hasta la prórroga tras tener tiro para ganar el partido. 40 minutos de locura en el Palacio de los Deportes de Sevilla, donde varios centenares de aficionados filipinos arroparon a su selección hasta un final que pudo ser histórico. Finalmente, la lógica se impuso y Croacia logró vencer en el tiempo extra (81-78), no sin antes ver cómo Andray Blatche, un ala-pívot de 2,11 que aún no ha encontrado equipo en la NBA y que se nacionalizó filipino para jugar el Mundial, les ponía contra las cuerdas. 3 de 13 en la primera mitad pero 7 de 11 en la segunda, con varios triples y un total de 28 puntos. Superó a Dario Saric, que le apretó antes del descanso pero que cometió errores de novato, lo que es, en momentos clave. En defensa, supo gestionar la dificultad de tener que parar a la pareja Saric-Tomic, letal al principio y falta de mordiente al final. Tomic se quedó en 8 puntos y Saric en 10.
Blatche no estuvo sólo, eso sí. En su cruzada le acompañó Jeff Chan, un triplista compulsivo (4 de 6), como todo el combinado asiático, y que se fue hasta los 17 puntos. Suya fue la oportunidad de ganar el partido, pero falló y tuvieron que jugársela en el tiempo extra.
Allí Croacia fue mejor, liderada por un colosal Bojan Bogdanovic (26 puntos). Fiel desde la línea de tiros libres y algo nervioso en ciertas acciones, como sus compañeros. El alero se dejó llevar durante todo el partido, fiel reflejo de su selección, y sólo apareció para dar pinceladas de la clase que atesora. Eso le valió para ser el mejor.
Croacia se llevó el primer encuentro del Grupo B y mañana se la jugará ante Argentina. Filipinas, mientras, se va a casa con el orgullo por las nubes pero con la sensación de que podrían haber hecho más historia de la que contarán al llegar a sus casas.