Sáez: “Ojalá la gente recuerde este Mundial como el mejor”

Han pasado cinco años desde que Djordjevic y Sabonis mostraran aquel papel en el que se leía ‘Spain’ y que convertía a España en la sede de la Copa del Mundo de baloncesto. Mañana arranca el campeonato… ¿Cómo ha sido este tiempo?

—Han sido cinco años de duro trabajo, en los que hemos crecido a nivel deportivo, hemos progresado mucho también a nivel organizativo y hemos conseguido sacar el campeonato adelante en un momento económico bastante delicado en España.

—En estos momentos se encuentra en el Central Board de Sevilla. ¿Le han comentado algo los miembros de la FIBA sobre la Copa del Mundo?

—Ellos tienen la garantía de que España es un país que organiza grandes campeonatos. Ofrece infraestructuras, buena situación, un gran programa, afición… España ofrece mucho y ya están ansiosos por ver cómo se desarrolla el campeonato.

—¿Va a ser la mejor Copa del Mundo de la historia?

—Me encantaría que lo fuera, pero para eso tiene que terminar y aún ni ha empezado. Es más, me encantaría que lo pensaran y lo dijeran los de fuera. Naturalmente, lo hemos preparado para que lo sea. En estos cinco años hemos querido que se viviera el campeonato en todos los rincones: con actividades, con promoción… la gente se ha entregado muchísimo. Hemos trabajado todos juntos para que esta Copa del Mundo sea una garantía de éxito.

—Y, ¿qué hace de este Mundial un campeonato distinto?

—Sobre todo, el legado. Pensar que, pase lo que pase, la promoción que se ha hecho, con tantas actividades que han llevado los balones en la calle, va a quedar para el futuro. Además, están muchos proyectos que han surgido en torno al campeonato. El colegio de Dakar es una de las joyas de la corona: ha recibido el sello de excelencia y le da asistencia a 350 niños en Senegal. Además, tenemos el legado de Alcobendas, con el Espacio 2014, y toda la recuperación de su archivo histórico; el apoyo empresarial que hemos recibido, el impulso del Universo Mujer... Estoy muy contento de haber podido afrontar, sin ningún tipo de recortes, este campeonato.

—¿Le ha faltado algo al torneo para que fuera redondo? Por ejemplo, en un principio usted habló de la posibilidad de que el partido inaugural se jugara en África.

—Era una idea que estaba encima de la mesa y lo importante es que no se ha rechazado. A lo mejor no era el mejor momento para llevarla a cabo pero, posiblemente, de aquí a unos años se pueda hacer. Eso me gustaría.

—Prácticamente todas las selecciones llegan con bajas. ¿Qué siente un presidente cuando ve que en su equipo nadie se borra?

—Que todos hayan venido a la Copa del Mundo es sinónimo de compromiso, pero también de la ilusión que tienen por estar aquí. Ellos han sido partícipes y responsables de que el campeonato se celebre en España. Sabía que, salvo por problemas de lesiones, iban a estar todos. Les apetecía especialmente poder competir en casa.

—De los jugadores que no vienen, ¿a qué jugador echará más en falta?

—Me hubiera gustado que estuvieran todos porque a mí me gusta ganar a los mejores. Me encantaría haber podido ver en el torneo a jugadores como Tony Parker, Kevin Durant… Pero lo cierto es que echaré en falta a todos aquellos que, por razones deportivas o extradeportivas, no van a estar aquí. A todos.

—¿Cómo ve a su Selección?

—Creciendo. Los veo con las mismas caras de siempre, alegres, divertidas… y también con la misma ilusión y el mismo esfuerzo que hace años. La cara es el espejo del alma y sirve para saber cómo está uno. Y yo los veo concentrados, pero también muy ilusionados. Se les nota que se divierten. Y eso es muy importante.

—Y si esa alegría se transforma en el segundo oro mundial, mucho mejor.

—A eso aspiramos. Los jugadores tienen mucha ambición, pero han aprendido a ser prudentes y a saber que tienen que ir creciendo día a día. No se puede empezar el campeonato pensando que la final es el día 14 y que será contra Estados Unidos. Pueden pasar muchas cosas en estas dos semanas. Sería un gran error hacerlo.

—Pero ambos equipos son los únicos que llegan con una preparación inmaculada. ¿Es Estados Unidos el gran rival?

—Tiene grandes jugadores, de muchísima calidad, y creo que están tapando sus debilidades poco a poco. Si trabajan duro para ser un equipo por encima de las individualidades serán el rival a batir.

 —¿Un España-Estados Unidos sería la final soñada?

—No. La final soñada sería la final ganada, me da igual el rival. (Risas). Eso sueño ahora. Hemos tenido la suerte de jugar muchas finales, pero a mí las que me gustan son las que hemos terminado con el oro.

—Su siguiente reto será organizar el Mundial femenino de 2018. ¿Cree que influirá este campeonato en la decisión?

—La decisión está a la vuelta de la esquina y estará muy reciente este campeonato, tanto las cosas positivas como las negativas. De la imagen que proyectemos, de la capacidad organizativa que demostremos puede depender ese campeonato femenino.

—Y por último, ¿su deseo para el torneo?

—Mi deseo sería que se cumplieran las ilusiones de todos, mi ilusión en este campeonato es la de los otros.