COPA DEL MUNDO
Álex Abrines: "Supe que iba a ir al Mundial por mi madre"
El escolta del Barcelona es el más joven de la Selección: cumple 21 años el viernes. Vive un sueño en la concentración y su gran deseo es "jugar la final contra Estados Unidos".
Álex Abrines adelantó en la última recta a Fernando San Emeterio para convertirse en el jugador número doce en esta Copa del Mundo. El escolta del Barcelona sabía que estaría en la concentración de la Selección, aunque pensaba que de invitado: “No me enteré por Orenga que iba a estar en el Mundial, me enteré por mi madre. Recuerdo que estaba en el Palau recogiendo las equipaciones y que me llamó y me dijo: ‘Hijo, estás en la Selección’. Yo le dije que ya lo sabía porque había hablado con Orenga en enero y me había dicho que iba a venir como invitado, pero ella me contestó: ‘No, no, que estás dentro de los doce’. Me quedé sin palabras”.
Aquel chico desconocido que apareció en 2011, coronándose como MVP de un campeonato júnior, ha crecido “a pasos agigantados en este tiempo”. “El salto ha sido muy grande y muy rápido. En estos tres años he ido superando barreras y ahora estoy aquí, preparando un Mundial”, dice la nueva perla del baloncesto español que tenía “muchas ganas de conocer a Marc Gasol” y ha recibido los consejos de Navarro: “Cuando me convocaron me dio la enhorabuena y me dijo que me lo tomara con calma, que disfrutara. He estado en categorías inferiores, pero esto es otro mundo”.
Mallorquín como Rudy y con un estilo de juego parecido, a Abrines le gustaría mejorar su “juego sin balón”. “El de Rudy es excelente y me gustaría que el mío fuera parecido al suyo”, dice el escolta, que cumplirá 21 años en agosto y ahora asume el reto de demostrar que los jóvenes también tienen cabida en esta España. “No sólo entro yo. Dani es de mi quinta y Willy, por ejemplo, tiene un año menos. El relevo está asegurado porque hay muchos jugadores que tienen el talento necesario para llegar aquí”. Aunque se quita presión para el Mundial: “Para mí no hay tanta porque no voy a ser un jugador importante. Con tanta competencia y jugadores en mi puesta, la exigencia es muy grande y será difícil tener minutos”. Aunque esa final ante Estados Unidos sería el partido que más le apetecería jugar. “Es el rival a batir. Además, me gustaría enfrentarme a Durant. Es un jugadorazo, pero también de Oklahoma, que es el equipo que tiene mis derechos en la NBA. Me gustaría enfrentarme a él y, por qué no, compartir equipo en un futuro”.