La expulsión del Bilbao Basket de la ACB –la primera que se produce en la historia en la máxima categoría— por incumplimiento de una serie de normas sigue coleando. La asamblea del viernes fue mayoritaria en su postura. El Fuenlabrada fue el único club que quiso hacer ver al resto que de seguir con el proceso se perdía una plaza con mucho tirón y el Obradoiro uno de los más beligerantes a la hora de pedir que se cumplan las normas. Y así es difícil que se produzca una marcha atrás. Pero el consejo de administración del club de Miribilla trabaja contra el reloj para buscar una solución y, al menos evitar la desaparición de la sociedad. El presidente ejecutivo de la ACB, Francisco Roca, adelantó en la Radio Galega que el canon principal del Bilbao está a salvo. Y el fondo de ascensos y descensos (1,7 millones) podría salvarse si se regulariza su situación, que a día de hoy sigue siendo caótica.

Las denuncias por impagos superan ampliamente el 15% de la masa salarial (prácticamente todos los jugadores que saben que no contaban para el proyecto del año próximo han tomado esa determinación). Por ahí va a ser difícil cumplir. La devolución del fondo de garantía salarial (195.000 euros netos, que se van a 230.000 brutos) es la carta que trata de jugar ahora el consejo. Porque el club está en situación de preconcurso de acreedores, intentado hacer quitas y llegar a acuerdos para salir a flote según un concienzudo plan de viabilidad. Además, una de sus fuentes de ingreso para sobrevivir era la campaña de abonados que ha tenido que ser abortada precisamente por la decisión de la ACB. La línea de crédito que se trataba de alcanzar tenía en los ingresos por abonos una parte fundamental. Con todo, el Bilbao entiende que ha habido una irregularidad en la expulsión de la Liga. Incluso tiene claro que si repone el fondo esta semana podría reconsiderarse la expulsión. Pero nadie en Bilbao se cree que lo que no se ha hecho en medio año se complete mágicamente en tres días. La ACB se expone, además, a una demanda, un proceso que llevaría algún punto en común con el que mantuvo el Obradoiro durante 20 años y que podría estallar en cualquier instante. Por si acaso, el Bilbao ha hablado con la FEB para buscarse sitio en la LEB Oro, que estaría encantada con recibir una ciudad con las posibilidades y repercusión de Bilbao. La disolución de la sociedad es la última línea de actuación. La polvareda desatada desde el jueves, incluso, ha hecho variar algunas actitudes de posibles salvadores de la franquicia.

Además, desde la esfera política y con ciertos tintes de demagogia se ha movido una corriente de opiniones que han engordado más la pelota de la polémica. EH Bildu calificó el agonizante proyecto como una propuesta deportiva “que carecía de arraigo en la provincia, y que no ha generado cantera en el territorio". El presidente de la Federación Vizcaína, Germán Monge, salió a la palestra inmediatamente para constatar el cuajo del baloncesto en Vizcaya y no sólo ahora sino en los últimos 75 años. “El proyecto de élite del Bilbao Basket Berri, al igual que el del Gernika-Bizkaia en la Liga Femenina, son dos referentes en los que se reflejan nuestros niñas, niños y jóvenes en su evolución y desarrollo como deportistas y como personas, y por lo tanto son parte importante en la labor de promoción y divulgación de este deporte del que tanta gente disfruta en Vizcaya (no olvidemos que de cerca de 30.000 personas se movilizan cada fin de semana para participar activamente o como espectadores)”.