REAL MADRID 87 - BARCELONA 78

Rudy y la aparición estelar de Mejri levantan al Madrid: 1-1

Los blancos cimentaron el triunfo en un gran primer cuarto (24-14). Notables en defensa y rebote. El Barça reaccionó con Oleson y una zona, pero Sergio mandó más al final.

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En playoff no hay partidos calcados, pero los dos de la final han sido como pasar del románico al gótico, de un mes en la oficina a otro en una playa idílica. Dispares hasta el extremo, sorprendentes. El Madrid empató la serie (1-1), que queda ahora en brazos del Palau. Y la igualó con otro talante atrás, con una actuación muy completa de Rudy y de sus cincos, de Bourousis y de Mejri. Y con Darden sujetando a Huertas.

Esperábamos, sin embargo, una batalla que no vimos. Más tensión, más presión, un pulso más físico. Más pimienta tras las declaraciones de Laso y de Sergio Rodríguez sobre el arbitraje. Pero salió un duelo de guante blanco. Con un Real ambicioso y un rival contemplativo, que aguardó a ver qué pasaba. Tuvo incluso su momento en el último cuarto (58-54), pero la sensación es que dejó escapar una gran oportunidad de apretar al enemigo. De hacerle pensar. Imposible, claro, eliminar el efecto mental colchón, ese que relaja a la fuerza tras haber golpeado primero. Imposible también que al Madrid no le picara el bofetón del jueves.

De salida, actitud opuesta de los locales con 48 horas de diferencia. De remar contra corriente a contar con doce puntos de ventaja ya en el minuto 8: 22-10. Defensa y rebote como asideros para ponerse en pie. Y protagonismo poco habitual de los pívots, de Bourousis y de Mejri. Primero uno y luego el otro, alternándose. Entre ambos: 23 puntos, 14 rebotes, 3 robos, 3 tapones, 9 faltas recibidas y 39 de valoración en 40:00 minutos en cancha. Superaron a Tomic y Lampe, a Dorsey. En capturas y bajo el aro, en rapidez e intimidación. Ahí, todas las medallas para el tunecino. Puso dos gorros y añadió mucho vértigo, cambió varios tiros. En ataque, jugaba a una altura y a una velocidad que ningún otro interior alcanzaba. Otra losa para el Barça eran sus pérdidas, aunque en el segundo cuarto ambos igualaron a desatinos.

La renta se mantenía estable: 40-30 con Draper de vuelta dos meses después (jugó siete segundos para defender una acción). Entonces, Rudy disparó varios fogonazos de genio. Doce puntos en siete minutos y lesión en el pie derecho (un pisotón), aunque luego volviera vendado. Se fue al banco con 14 de ventaja (56-42), también Slaughter que dejó sitio a Mirotic, y el Barça selló un parcial de 2-12 con defensa en zona incluida. Alarma local. Mirotic volvía a sentarse, Mejri surgía de nuevo y ambos equipos pasaban de firmar un 4 de 29 en triples a encadenar siete seguidos. Muy bien Oleson, pero al final mandó más Sergio Rodríguez. Diez puntos y 5 asistencias en el último cuarto: 1-1 y el martes, el tercero. Ya en el Palau.