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LIGA ENDESA | REAL MADRID

Alerta defensiva en el Madrid: si encaja más de 80, problemas

La defensa, su gran lunar en los playoffs. En 8 de sus diez derrotas de la temporada ha encajado más de 80 puntos, lo que sólo ha sucedido en once de sus 67 victorias.

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Alerta defensiva en el Madrid: si encaja más de 80, problemas
JESUS AGUILERADIARIO AS

Alerta: problemas en defensa. Ese parece el epicentro de las dificultades que ha tenido el Real Madrid en los playoffs hasta su derrota en el primer partido de la final ante el Barcelona. Un partido que le deja sin factor cancha en una final en la que se juega la nota final de curso después de haber ganado Supercopa y Copa pero haber dejado escapar el gran objetivo, la Euroliga.

El Real Madrid ha perdido energía, chispa. Puede haber un factor psicológico tras la derrota ante el Maccabi en Milán y desde luego han afectado unas lesiones que se han cebado con la rotación exterior (Draper, Carroll, Rudy…) y han obligado a jugar muchos minutos a Llull, Sergio Rodríguez o el propio Rudy. Tampoco los pívots titulares, Mirotic y Bourousis, pasan por su mejor momento y al equipo de Laso le cuesta más que antes sacar adelante los partidos. Esa bajada de agilidad física y mental se nota en su juego de ataque pero se nota especialmente en la defensa. Y hasta en un equipo tan espectacular y de vocación tan ofensiva como este, la subida de nivel defensivo parecía una de las grandes claves en el salto de calidad que parecía hacer al grupo todavía más redondo que la temporada anterior. Si se atiende a los números, así es.

Y es que el Real Madrid, conocido por sus rachas tremendas de anotación, tiene una medida que se puede llamar “la regla del 80”: con una producción en ataque que casi siempre cumple de manera más o menos brillante, si consigue dejar al rival en menos de 80 puntos tiene la victoria prácticamente en el bolsillo. Incluido el partido de ayer jueves ante el Barcelona, el Real Madrid ha jugado en la presente temporada 77 partidos oficiales. Ha ganado 67 y ha perdido tan sólo 10. Pues bien, en ocho de esas diez derrotas (dos en Liga Regular, dos en playoffs y seis en la Euroliga) ha encajado más de 80 puntos. En todas salvo en las dos sufridas en cuartos en Atenas ante Olympiacos (78-76 y 71-62). Mientras que en los 67 partidos que ha ganado, sólo once veces han superado los rivales esa barrera de 80 puntos anotados. Desde luego, la defensa es decisiva: en sus 67 victorias, la anotación media del rival blanco es de 71,2 puntos. En las diez derrotas, de 88,6.

Analizando por competiciones, las de larga duración parecen apuntar a un rendimiento en línea descendente del Real Madrid. En la Supercopa y la Copa ganó sus cinco partidos sin encajar más de los 79 puntos que logró el Barcelona en la primera de las dos finales. En la Copa, ganó sus tres encuentros dejando al rival en una media de 67,3 puntos y con un margen cuyo promedio se fue a 18,6 a pesar de la resolución in extremis de la final con la canasta de Llull.

En la Liga Endesa, el Real Madrid firmó una histórica fase regular (32-2) y marcha en 5-2 en los playoffs. Ya ha perdido los mismos partidos, con sólo siete jugados, en que en toda la primera fase. Y los mismos en casa: uno. En esa Fase Regular, sólo encajó 80 o más puntos en ocho partidos, dos de ellos los que perdió: ante el Valencia, que le hizo 110 sin casi margen de descanso tras la extenuante serie de cuartos de Euroliga ante el Olympiacos; y ante el Barcelona, que anotó 86 en el Palau a días del duelo de Euroliga en Milán. El equipo de Pascual también pasó de 80 (84) en su derrota liguera en el Palacio.

En total, el Real Madrid encajó una media de 98 puntos en sus dos derrota en la Liga Regular pero dejó al contrario en 71,2 de promedio en sus 32 victorias, saldadas con un margen de 16,3 puntos a su favor. El resultado tipo del Real Madrid en esos 34 partidos de Fase Regular fue 88,2-72,9.

Son números apabullantes que contrastan desde luego con los que está amasando en playoffs. El rival le hace en los siete duelos de eliminatorias 87,1 puntos por partido, que se van a 93 si se promedian las dos derrotas ante Unicaja y Barcelona. En seis de los siete partidos ha encajado más de 80 puntos, seguidos además tras el inicial 78-70 del primer choque ante el CAI. Y en tres de los seis, ha recibido más de 90. Sus cinco victorias han llegado en playoffs por una media que se ha visto reducida a 6,2 puntos.

La Euroliga también muestra a un Real Madrid mucho mejor en el arranque que en la resolución. 10-0 en la Primera Fase, 11-3 en el Top-16, 3-2 en cuartos y 1-1 en la Final Four. En total, 25-6. La Primera Fase (diez partidos) del equipo blanco es descomunal: las medias son de 65.2 puntos del rival en triunfos por un margen de 23,9 en los que sólo dos veces recibe 70 o más puntos. En el Top-16 ya encaja 80 o más en cinco partidos, tres de ellos las derrotas que sufre. Y en diez de los 14 ve como el rival supera los 70 puntos (media de 71,8).

En total de la Euroliga, y hasta el 98-86 (tras prórroga) que encajó en la final, el Real Madrid encajó en sus 25 victorias apenas 68,8 puntos por partido que se fueron a 84 en las seis derrotas.

Esa estruendosa primera fase del Real Madrid en el torneo europeo coincide también con un inicio liguero al sprint que muestra la mejor versión del equipo de Pablo Laso. El 18 de octubre la inicia ante el Zalgiris (63-83) y el 19 de diciembre la cierra ante el Efes (61-86). Durante esos dos meses, juega otros diez partidos de Liga si se incluye en inicial, que se disputó tres días antes del estreno continental. En total, veinte partidos en los que el Real Madrid cierra un balance de 20-0 con números de ensueño: el marcador medio de esos partidos es 89,1-65,9, más de 23 puntos de diferencia. Sólo siete veces llega el rival a 70 puntos y sólo en una a 80 (UCAM Murcia, jornada 3 de Liga: 81-88). Sin embargo, hasta en cinco ocasiones dejó por debajo de 60 puntos a sus rivales.

Ese es el nivel defensivo que, junto con el control del rebote, le permitía controlar el ritmo y jugar en transiciones muy rápidas. Un plus de intensidad física y mental que parece algo diluido en el tramo final de la temporada, especialmente tras la derrota de Milán, y que el equipo blanco deberá tratar de recuperar para voltear una final de la ACB en la que no comenzó con buen pie... básicamente porque encajó 98 puntos.