El Barcelona jugará la octava final consecutiva de la ACB, todas desde la que enfrentó a Unicaja y Baskonia en 2006. Y la decimosexta seguida de competición doméstica (Liga, Copa, Supercopa). Todas desde la Copa de 2009, que también enfrentó a malagueños y vitorianos. Unos registros históricos que a punto estuvieron de irse al traste en la semifinal ante el Valencia Basket, que sólo cedió sobre la bocina del quinto partido, derrotado por una canasta para el recuerdo de Marcelinho Huertas. El brasileño no sólo selló el triunfo, sino que lo inició (anotó los 7 primeros puntos del Barça) primero y lo rescató y aseguró después. Jugó los 40 minutos, sin un solo segundo de descanso, y terminó con 22 puntos, 5 rebotes, 9 asistencias y 31 de valoración.

Números para el recuerdo, absolutamente decisivos. Él fue el factor que inclinó una final por lo demás absolutamente ajustada: 347-347 de marcador global tras cinco partidos en los que se produjeron cinco victorias a domicilio. Huertas venía además de dos malas actuaciones en el Palau, especialmente en un cuarto encuentro de la serie en el que los problemas de faltas le lastraron de forma drástica. En esos dos partidos acumuló apenas 6 de valoración con las mismas asistencias que pérdidas (4). Entre los dos poco más de 42 minutos, casi lo mismo que en el histórico quinto. Nadie del Barcelona jugaba los 40 minutos completos en un partido de playoffs desde que lo hiciera el histórico Nacho Solozábal en 1992 y contra el OAR de Ferrol. En Liga Regular, Navarro había sido el último en hacerlo: en noviembre de 2005 ante el Bilbao Basket.

Más allá del club azulgrana, el último partido de ACB con un jugador cubriendo los 40 minutos completos fue de Rob Kurz para el Fuenlabrada, en mayo de 2013. En playoffs sin embargo hay que bucear hasta las semifinales de 2005. Lo hizo Sergi Vidal, con el Baskonia y contra Unicaja. Curiosamente, a ese le siguió otro en el que jugó 50 minutos completos: el partido entero y dos prórrogas.

Líder en pista del Barcelona

La incidencia de Huertas en el quinto partido fue absoluta, convertido en héroe y timón de su equipo. Pero además resultó ser el mejor jugador del Barça en toda la eliminatoria. En los momentos de atasco de los partidos segundo y quinto, las dos últimas victorias azulgranas, su pick and roll con Tomic dio aire al juego de ataque. En total, Huertas promedió 10,2 puntos, 4,2 asistencias y 3,8 rebotes para 11,6 de valoración por partido. Tuvo una pésima serie en triples (3/17) pero anotó dos (2/4) en el quinto encuentro. Además, estuvo eficaz en tiros de dos (18/26) y en el tiro libre (6/7), un caballo de batalla dramático para su equipo. Como el Barcelona, su rendimiento cambió del día a la noche fuera de casa. En el Palau, medias de 6 puntos, 2 asistencias y 3 de valoración. En la Fonteta, 13 puntos, 5,6 asistencias y 17,3 de valoración.

Tomic y Navarro fueron los otros bastiones del Barcelona a lo largo de la eliminatoria. El pívot croata la cerró con un promedio de 10,4 puntos, 7,2 rebotes y 13,6 de valoración. El escolta se fue a 10,8 puntos, 3,6 asistencias y 13,6 de valoración. Sin embargo, la diferencia de puntos en sus minutos en pista bendice a Marcelinho, que suma un +14 total. Una cifra muy alta si se considera el citado empate a 347 con el que se saldó la semifinal. Tomic se quedó en un +8 y Navarro, en un +9. Curiosamente los tres terminaron el quinto partido en +2, la diferencia final (75-77). Como Huertas, el rendimiento de Tomic fue bipolar. En los dos partidos del Palau se quedó en un total de 8 puntos (3/9 en tiros, 2/9 en tiros libres), 14 rebotes y 10 de valoración (medias: 4, 7 y 5). En los tres de Valencia, incluida la canasta que decidió el 0-2, sumó 44 puntos, 25 rebotes y 58 de valoración (media: 14,6 – 8,3 y 19,3).

Xavi Pascual, que está ya en siete semifinales ganadas de siete dirigidas como técnico del Barcelona, acertó en el segundo tiempo con un quinteto Huertas-Navarro-Abrines-Lorbek-Tomic que sumó un+19 total y que convirtió un 49-39 superado el minuto 23 en un 57-61 al cierre del tercer cuarto. Pero de entre ellos destacó por encima de todos Marcelinho Huertas, establecido definitivamente como líder y gran responsable de que el Barcelona no quedara relegado a ver la final de la ACB por televisión.