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ESTUDIANTES

El Estu, en Vistalegre diez años después de la final de la ACB

"En competición nacional es la mejor etapa del club", comenta Miso en la rueda de prensa previa al partido contra el Barça (mañana, 20:45 TDP), su rival en esa final.

MadridActualizado a
Andrés Miso.

Han pasado ya nueve años desde el adiós del Estudiantes a Vistalegre. Se dice pronto, pero ya es un mundo, porque el pabellón situado en Carabanchel fue algo más que una cancha para el conjunto colegial, fue un hogar.

El incendió del Palacio de los Deportes fue lo que empujó al equipo a la plaza de toros. "Un torpedo a la línea de flotación de Estudiantes", señaló Alejandro González Varona, presidente del club aquel fatídico día de junio de 2001. Pero el fallecido dirigente se equivocaba.

Durante las cinco temporadas (del 2001 al 2005) que el equipo del Ramiro jugó en Vistalegre (a parte de un enuentro en la campaña 2007-2008 y dos, en la 208-2009) se alcanzó uno de los mayores hitos de su historia: la primera y, hasta ahora, última final de la ACB contra el Barcelona (2003-2004), su rival mañana como hace una década (20:45 TDP), donde a pesar de dos grandísimos partidos en una plaza de toros con más de 15.300 aficionados de forma oficial, el Estu sólo pudo alcanzar el subcampeonato.

"En competición nacional es la mejor etapa de Estudiantes, pues fue la primera vez que se llegó a un final, además de cuatro semifinales, unos cuartos y disputar la Euroliga, jugando a un gran nivel", comenta Andrés Miso.

El capitán llegó a esa final con 21 años y recuerda muy bien y con mucho cariño aquella época. "Personalmente me quedó con Vistalegre porque se compitió contra los mejores y los resultados fueron muy buenos. Además, se sentía un calor diferente, estábamos más arropados por la afición".

Pero Vistalegre no sólo trae buenos recuerdos al jugador. El técnico colegial, Txus Vidorreta, difícilmente puede olvidar ese pabellón. "Mi debut y el de mi equipo (Bilbao Basket) en ACB como visitante fue contra el Estu en Vistalegre en un partido con prórroga, con todos los requisitos. Perdimos, pero lo tuvimos en la mano. Loncar con un triple a tabla envío en partido a la prórroga en el último segundo y Azofra anotó dos triples muy importantes en el tiempo extra".

Muchas historias y recuerdos que no hacen olvidar que el Barcelona, el invitado de lujo y necesario para la celebración, viene para tratar de quitarse el mal sabor de boca del partido ante el Madrid de la Final Four del pasado fin de semana en Milán.

"El resultado que sufrieron contra el Madrid el pasado viernes es un palo muy difícil de encajar, pero el domingo reaccionar bien, tuvieron un victoria holgada contra el CSKA", subraya Vidorreta, que sólo desesa ganar para acabar de la mejor forma la temporada y empezar ya a preparar la siguiente: "Tengo confianza en mi plantilla. Durante toda la segunda vuelta hemos sido capaces de competir contra prácticamente todos los equipos con los que nos hemos enfrentado (...), vamos a intentar poner la guinda al pastel logrando el triunfo en el cierre de la temporada en casa".

Y para lograr poner el broche de oro definitivo, el técnico podrá contar con todos sus jugadores (Slokar es la única duda después de sufrir un proceso gastrointestinal) incluido un Lucas Nogueira en un estado de forma esplendido, con sus dolores de rodilla casi olvidados.

"No tengo las rodillas hinchas, no tengo molestias, pero para tener la capacidad de salto tengo que hacer un calentamiento previo mejor. No puedo entrar en frío porque si no vuelven los dolores, no como antes, pero vuelven. Pero teniendo un buen calentamiento puedo tener buenos partidos y jugar al 100 %", subraya el brasileño. El pívot es consciente de que este puede haber sido su año más duro, tanto por motivos físicos como extradeportivos y es sincero y directo con ello.

"Ha sido el año más duro de mi carrera porque de los seis años que llevó, cuatro fueron en la cantera y las cosas no eran tan duras ", explica, para añadir: "Ahora (a primer nivel) estás compitiendo con gente que quiere poner comida en la casa para sus hijos, para su mujer, para su familia, lo que hace que sea una etapa más dura. Este año fue el más difícil por las lesiones y el factor extradeportivo, pero lo veo como uno de aprendizaje. He crecido mucho como persona y como entrenador".