El Valencia se convierte en el campeón de la Eurocopa

Valencia Basket levantó el tercer título europeo de su historia. La Eurocopa es naranja por méritos propios ya que es el equipo que más veces ha ganado este título. Los de Perasovic se llevan la Eurocopa por la puerta grande. Aplastó al temible Unics Kazán en su propia casa por 12 puntos a lomos de un líder con nombre propio: Justin Doellman. La exhibición sirvió también para cumplir con el objetivo que se marcaron a principios de temporada. Valencia será equipo de Euroliga la próxima temporada. Europa es taronja.

La metáfora del duelo es una jugada mediado el tercer cuarto. Doellman le robó el balón de las mismas manos a Goudelock y salió al contraataque. El MVP oficial tuvo que agarrar al MVP real dela competición. Ni así Unics pudo parar a Doellman. El americano vivió su última noche europea con el Valencia. Y se despidió de la misma manera que en todas las anteriores. Sobrado. 26 puntos y 34 de valoración, en sólo 23 minutos de juego.

Valencia no descorchó el champán hasta el final pero lo puso a enfriar desde el salto inicial. Asfixió hasta la extenuación a los rusos en defensa y así, sin un ataque especialmente acertado, fue cobrando ventajas en el primer acto. Fue un clínic de fundamentos defensivos. Dejar en 4 puntos a un equipo de la calidad de Unics es como para que Perasovic sonría. Pero el croata no lo hizo hasta el final. El Unics se despertó sólo cuando iba 32 puntos abajo en la eliminatoria (10-29). Los triples de Aguilar (2), Rafa Martínez (3) y Doellman encargaron al grabador que fuera tallando la placa de Valencia Basket Campeón.

Con 16 puntos de ventaja al descanso (más los 13 de la ida), sólo una salida en tromba de los rusos les daban alguna opción. Pero de evitar eso se encargó en persona el líder de la manada, Doellman que acabó de silenciar un ambiente que no pasará a la historia por su efusividad. Si el Unics había hecho 24-0 en su cancha había sido por la calidad de sus hombres. La amplia renta de Valencia no debe hacer pensar que los rusos no eran nadie.

Así, y tal como sucedió en la Fonteta, el último cuarto sobró. Pero esta vez literal. La celebración había empezado en la Fonteta diez minutos antes de acabarla final. Unapasada. El gran favorito con su pléyade de megaestrellas, humillado en su fortín. Pero eso no es lo importante. Lo importante es que Valencia es campeón y que el curso viene jugará el segundo mejor torneo del mundo. Y con total merecimiento.