El Unicaja tardó cuatro minutos en encarrilar el partido ante un Bruixa d’Or Manresa que no emite señales de mejora y que expuso en el Carpena todas las carencias que le mantienen en el pozo de la clasificación.

Cuatro minutos para ponerse diez arriba (12-2) y dejar claro que no habría partido. Mantuvo la intensidad defensiva el equipo de Plaza hasta el descanso. Imperial Fran Vázquez en su canasta y en plan líder Dragic en el aro catalán, la distancia creció hasta los 16 puntos al descanso (48-32).

Luego Unicaja levantó el pie. Se gustó pero no hizo sangre. Plaza repartió minutos y dosificó a sus jugadores franquicia. Hubo minutos de calidad para Domas Sabonis, que cumplía 18 años y lo celebró ofreciendo a la afición malagueña su mejor partido en la ACB. 13 puntos sin fallo en el tiro y 16 de valoración.

Fruto de la relajación, Unicaja concedió 43 puntos a su rival en los dos cuartos finales (acabó 91-75). Todo había quedado prácticamente liquidado de salida. Con la cuarta plaza prácticamente asegurada, Joan Plaza sigue ganando rodaje con vistas al playoff. El Manresa no levanta cabeza y está prácticamente condenado a acabar penúltimo la Liga regular.