Tras el susto del primer partido, cuando necesito la prórroga para doblegar al Panathinaikos, el CSKA no tenía ánimo para bromas en el segundo y pasó por encima de los griegos vapuleándoles por 77-51. Una vez más, Sonny Weems fue el mejor de los moscovitas con 23 puntos, imparable en el tiro y en la penetración (7/10 en tiros de dos y 3/4 en triples). Un alero de auténtico nivel NBA.

Los atenienses, quizás sabedores de que su gran ocasión se les escurrió el miércoles entre los dedos, sólo dieron la cara durante el primer cuarto (18-16), pero apenas anotaron seis puntos en el segundo y ya nunca volvieron a amenazar la victoria local. Lejos del poderosos equipo que dominó Europa hace pocos años, ni siquiera pudo contar con su líder, un Diamantidis desconocido que se quecó sin anotar y en -6 de valoración. Sólo Ukic (15 puntos) dio la talla.

Ahora la serie viaja a Atenas con un 2-0 para el CSKA que, vista la autoridad de este último partido, se antoja muy difícil de remontar. Aunque, Grecia es Grecia...

En el otro duelo de cuartos de final, el EA7 Milán empató su serie al imponerse en casa al Maccabi por 91-77. Los italianos, que aspiran a estar en la Final Four que se jugará en su casa, mandaron siempre y fueron liderados por Curtis Jerrells (17 puntos)