ESTUDIANTES 64 - REAL MADRID 71

Rudy Fernández rompe al Estudiantes en el tercer cuarto

El Tuenti Estudiantes salió muy motivado, pero el Madrid aguantó el chaparrón inicial y luego Rudy abrió brecha. Sergio Rodríguez remató. Gran duelo Nogueira-Mejri.

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Resulta extraño ver un partido cuando en el salto inicial uno de los contendientes mira al rival y el otro, con el rabillo del ojo, a un tercero que ni siquiera anda por el parqué, aunque se le espera para el martes (el Olympiacos, claro). La historia de un derbi, de dos motivaciones. La de un Tuenti Estudiantes que salió a comerse el mundo, a ponerse en la pechera la medalla de rompe rachas. Y la de un Madrid que entró en escena para aguantar el chaparrón inicial y dar luego el zarpazo cuando viera un resquicio, una bajada de tensión en la entrega local. Y eso ocurrió en el tercer periodo, tras varios fallos del Estu y con Rudy gritando aquí estoy yo, a lo Tarzán. Robos, pases, velocidad y triples; volantazo al derbi.

Diez puntos del alero en ese cuarto y doce arriba: 43-55. Jugador diferencial, porque yo lo valgo. De ahí en adelante el Madrid nadó y guardó la renta pese a las embestidas de Nogueira (213 centímetros). Magnífico su duelo con Mejri. El Bebé brasileño puso un museo del gorro en unos minutos (hasta cuatro), con Bourousis y Reyes entre los más retratados. Mejri, sin embargo, le dio réplica. Incluso le superó, no en intimidación (un tapón), pero sí en influencia, en peso en el partido.

El gigante tunecino (2,17 m) entró en pista pronto (13-9) y devolvió la iniciativa al Madrid. Varió el rumbo cuando su equipo trataba de esquivar el ardor guerrero estudiantil moviendo el balón por el perímetro. Hasta 20 triples intentados al descanso (sólo cinco embocados) y apenas 14 de dos. Francotiradores en ebullición con poca puntería, y también muchos rebotes de ataque, casi todos blancos: diez en dos cuartos. Balones extra que dieron seguridad a los de Laso antes de la aparición estelar de Rudy. Al final, quedó un buen partido, pobre en anotación aunque entretenido más allá del marcador, con Nogueira y Mejri rivalizando en las nubes (Slaughter no jugó por un golpe en una rodilla: nada grave). A nadie le amarga un derbi.

El Estudiantes llegó a ponerse a tiro de cinco con Kuric y Banic como blasones del escudo colegial: 62-67… Apenas quedaban segundos y hacía tiempo ya que el MVP de la jornada, Sergio Rodríguez, agarraba con fuerza el timón de la nave. Control, asistencias y faltas recibidas. 27-0, la racha sigue viva. Spanoulis y la Euroliga podían esperar. Pero poco.