22. Esa fue la cantidad de triples que intentó JR Smith esta noche en el American Airlines de Miami, superando los 21 de Damon Stoudamire en Portland una noche de 2005. En Florida, con Carmelo Anthony tocado y apostando su vida a la línea de tres puntos, los Knicks perdieron (102-91) y se complicaron la vida de cara a los playoffs. Los de la Gran Manzana suman 33 victorias y 45 derrotas, por el 34-42 de los Hawks, octavo clasificado, que vencieron en Indiana. El calendario tampoco ayuda. Los Knicks tienen que jugar dos veces contra Toronto, una contra Brooklyn y otra contra Chicago. Los Hawks se medirán, entre otros, a Pistons, Celtics o Bucks. Tres rivales con los que conseguir tres triunfos que les asegurarían el octavo puesto.

En Miami reinó, como casi siempre, LeBron James. 38 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes para él. Y eso que su inició fue muy malo. En los primeros cuatro minutos de partido perdió cuatro balones y no anotó ningún punto. Al final, 5 pérdidas y 38 puntos. Significativo del devenir del partido. Los Knicks empezaron enchufados (3-14), tanto en ataque como en defensa. Movían bien el balón y estaban especialmente activos a la hora de robar, especialmente un Felton que tuvo una primera parte que no hace sino confirmar que podría aportar mucho más de lo que aporta. Y JR Smith...

JR Smith cobra 5 millones de dólares y es uno de los talentos más desaprovechados de la última década en la NBA. Anotó 10 triples de 22 intentos, superando el récord de Stoudamire y convirtiéndose en el primer jugador de la historia en anotar 8 o más triples en 10 partidos. Dos récords que tienen dos lecturas. Por un lado, no cabe duda de la calidad de JR Smith. Es capaz de aguantar él sólo a los Knicks en Miami y a la vez tomar decisiones totalmente erróneas sólo por superar un récord de triples intentados. En los últimos tres partidos ha anotado 24, 32 y 32 puntos... '¿Dónde estabas el resto de la temporada?', se preguntarán en el Madison.

De Carmelo Anthony hay poco que decir. Su mal partido estuvo condicionado por sus problemas en el hombro derecho. "No lo siento", dijo el otro día. Estuvo lento de movimientos y fallón en el tiro (4 de 17). Cuando el partido se apretó en el último cuarto no tuvo la inteligencia de saber que no era su día y con sus precipitaciones en el tiro alejó aún más a unos Knicks que tiraron el esfuerzo de la primera parte (48-50 al descanso) en un infame tercer cuarto (25-14).

Hasta entonces, Chandler había aguantado a Bosh y Miami echaba mucho de menos a un Dwyane Wade que ya se ha perdido 24 partidos. Algún triple de Battier y el buen hacer de LeBron mantenían a los Heat en el partido, con la sensación de que si apretaban un poco en defensa los Knicks desaparecerían. Así fue. Entre el final del segundo cuarto y el inicio del tercero los de Woodson estuvieron siete minutos sin anotar una canasta en juego. 11 tiros fallados de forma consecutiva para pasar de un 17-25 a un 34-28. La oportunidad perdida.

Ray Allen se calentó desde la línea de tres, LeBron puso una marcha más y se acabó el partido. Miami aguantó su renta alrededor de los tres puntos durante el resto del encuentro y sólo quedaba saber si JR Smith superaba a Damon Stoudamire. Lo hizo. No sólo porque él lo quería sino porque era la única solución de los Knicks en ataque ante la lesión de Carmelo, que a pesar de todo seguía en pista. Un triple de Bosh, sólo, a falta de un minuto para acabar, cerró el partido en 100-91 para el 102-91 final.

Nueva York sigue con 33 victorias y la sensación de ser un barco a la deriva. Más todavía con Carmelo Anthony tocado y JR Smith llegando unos meses tarde a la cita. Los Playoffs, salvo milagro o salvo que a Atlanta no le apetezca jugar, no llegarán al Madison esta temporada.

Miami, por su parte, se aúpa aún más al liderato de la Conferencia Este y mantiene la ventaja de campo sobre Indiana en unas posibles finales de conferencia. LeBron, sin ruido, consiguió 36 puntos y sólo queda ver cómo se recupera Dwyane Wade para catalogarlos como máximos favoritos al título.