MAGIC 100 - TIMBERWOLVES 92

Ricky no pudo evitar la derrota de los Timberwolves

El español encabezó el mermado ataque de Minnesota (18 puntos y 10 asistencias) que no pudo contar con Kevin Love, Kevin Martin, Pekovic y Budinger.

Ricky consiguió un nuevo doble-doble.
José Ignacio Pinilla
Licenciado en Periodismo por la Complutense, comenzó en AS en maquetación en 2010. Tras su paso por fútbol, se unió en 2014 a baloncesto. Ha cubierto en directo la Supercopa de 2020, las Copas de 2020 y 2021 y partidos de España de las Ventanas. También el Eurobasket femenino de 2023. Escribió sobre la pandemia de la COVID en el confinamiento.
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Minnesota Timberwolves se presentó en Orlando con la cabeza puesta ya en la próxima temporada. Finiquitadas sus opciones de entrar en playoffs, a pesar de ganar a los Heat en Miami ayer por la noche, el conjunto de Rick Adelman se volvió a vestir de corto para hacer frente a uno de esos partidos sin historia y sin expectación.

Los Wolves saltaron al Amway Center con bajas significativas: Kevin Love, Kevin Martin, Pekovic... y Budinger, que sufrió un esguince de tobillo en el minuto uno del encuentro. Nada bueno podía salir de todo eso, pero Ricky Rubio apareció para hacer uno de sus mejores partidos de la temporada.

Con toda la responsabilidad a sus espaldas, el español logró 18 puntos y 10 asistencias y fue la luz en el ataque de los Wolves, aunque no pudo evitar la derrota (100-92) por culpa de la recuperación de Arron Afflalo. El escolta no había alcanzado los dobles dígitos en los últimos tres partidos y su porcentaje de tiro en los últimos cinco, era muy bajo (14/47, un 29 %), pero esta noche recuperó su olfato de 'killer'.

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Alcanzó los 18 puntos (8/15) y apoyado en Harkless (17), O'Quinn (14) y Oladipo (16) lograron abortar los intentos de fuga de los visitantes, hasta llegar a ponerse por delante (80-79) cuando aún faltaban 8:38 para acabar el partido y volver a dar la vuelta al marcador con un 10-1 de parcial cuando los Wolves habían vuelto a ponerse por delante a falta de cinco minutos (88-89).

La importancia de O'Quinn y Oladipo va más allá de los propios números. El primero tuvo que controlar el juego interior de su equipo ante la ausencia física de Vucevic y mental de Dedmon, mientras que el segundo realizó una muy buena defensa sobre Ricky en el último cuarto, parando al jugar cuya ausencia en la pista coincidía con los mejores momentos de los locales y su presencia volvía loca a la defensa de los Magic.

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